El presidente argentino, Alberto Fernández, negó arbitrariedades en la adjudicación de las obras públicas durante el mandato de Cristina Kirchner (2007-2015) al declarar este martes en una causa que investiga supuestos hechos de corrupción que involucran a su vice.
“No hubo nunca reparto arbitrario de fondos”, afirmó el mandatario ante la justicia argentina en el tribunal federal Oral 2, que analiza si hubo irregularidades en la concesión de obras públicas en la provincia de Santa Cruz.
El presidente, así mismo rechazó la posibilidad de presentar un escrito y respondió por casi tres horas las preguntas del jurado como testigo propuesto por la defensa en su carácter de jefe de Gabinete de Kirchner cuando era presidenta de la nación, en una audiencia que fue retransmitida por plataformas de internet.
“Me llama la atención que en esta causa se están discutiendo decisiones políticas no judiciales, esas decisiones que se tomaron en materia presupuestaria y de obra pública nunca fueron arbitrarias”, respondió el presidente Alberto Fernández consultado sobre la reasignación de partidas durante los gobiernos de Kirchner en la Argentina.
La justicia investiga si hubo sobreprecios en las adjudicaciones y si las concesiones fueron direccionadas para favorecer al empresario de la construcción Lázaro Báez, otro de los investigados en la causa. “No me consta que eso sea así”, respondió el presidente que dijo haber visto a Báez “solo una vez”.
La investigación abarca también las adjudicaciones realizadas en el último tramo de la presidencia de Néstor Kirchner (2003-2007), fallecido en 2010. Alberto Fernández ingresó y se retiró sin formular declaraciones a la prensa argentina sobre el caso de la expresidenta Cristina Fernández.
“Fantasía”
El mandatario señaló que es “imposible” para un presidente seguir el detalle de los procedimientos implicados en la concesión y ejecución de obras públicas, así como de la aplicación de las partidas presupuestarias, de la que se encarga cada ministerio.
“Es imposible conocer el trámite de adjudicación, una presidente puede conocer grandes números, cómo se está ejecutando el presupuesto pero no cómo evoluciona cada obra, lo que hacía Néstor (Kirchner), Cristina y también lo hago yo es tener reuniones periódicas para saber cómo evolucionan grandes obras”, explicó.
“En este caso hay una suerte de fantasía de que dos personas se juntaban y decían: ‘Mandémosle plata a alguien’”, argumentó ante el fiscal. Consultado sobre si como jefe de gabinete de los Kirchner recibió alguna vez una orden presidencial para reasignar partidas en favor de obras para la provincia de Santa Cruz, el mandatario respondió: “Nunca”.
Néstor Kirchner, oriundo de la provincia de Santa Cruz, gobernó tres veces esa provincia antes de llegar a la presidencia, y su esposa fue senadora nacional por Santa Cruz antes de ser mandataria. Otra causa que investigó a Báez por el presunto pago de sobornos a la familia Kirchner a través de falsas reservas en hoteles de la familia presidencial fue desestimada por la justicia por carecer de suficiente sustento.
La causa nunca fue elevada a juicio. En ese caso, la vicepresidenta y sus dos hijos, Florencia y Máximo, resultaron sobreseídos por inexistencia del delito de lavado de dinero por el que fueron investigados. Una auditoría realizada por Vialidad Nacional a pedido de la justicia comprobó que las obras fueron realizadas. Kirchner ha sido sobreseída en varias causas por presuntos delitos ocurridos en sus dos períodos presidenciales (2007-2015), pero aún enfrenta cinco procesos.
En octubre pasado, la exmandataria fue sobreseída en una causa que la acusaba de encubrir a los responsables del atentado contra la mutual judía AMIA en Buenos Aires, ocurrido en 1994 y que dejó 85 muertos y 300 heridos.
*Con información de AFP.