Dos figuras que marcaron de manera radical el destino del Perú durante los años 80′s y 90′s fallecieron en la misma fecha: Abimael Guzmán, líder de la organización terrorista Sendero Luminoso, y Alberto Fujimori, expresidente, quien llevó adelante una controvertida estrategia para derrotar al grupo subversivo.
Ambos, a sus 86 años, murieron un 11 de septiembre, pero mientras uno lo hizo en la reclusión, en el año 2021, el otro partió rodeado del afecto de sus familiares.
Abimael Guzmán, conocido como Presidente Gonzalo, fue capturado en 1992, tras años de liderar una sangrienta insurgencia que dejó miles de muertos en el país.
Su captura, en un barrio de Lima, fue el golpe más contundente al movimiento subversivo Sendero Luminoso, responsable de acciones que sumieron al país en una profunda crisis de violencia y miedo. Guzmán fue sentenciado a cadena perpetua, la cual cumplía en la prisión de máxima seguridad de la Base Naval del Callao.
Su salud se deterioró desde julio de 2021, lo que motivó su traslado a un instituto geriátrico, donde finalmente falleció a las 6:40 de la mañana del 11 de septiembre de 2021, a causa de complicaciones en su estado clínico.
Aunque su figura ha sido repudiada por la inmensa mayoría de los peruanos, aún hay pequeños grupos que reivindican su ideario, en especial en algunas zonas rurales del país.
Pero lo que hace el 11 de septiembre una fecha aún más simbólica es que, en esta misma fecha, falleció este miércoles Alberto Fujimori, el hombre que asumió el poder en 1990 con la misión de acabar con el terror sembrado por Guzmán y su organización.
Fujimori, quien había gobernado Perú durante una de sus épocas más turbulentas, murió después de una larga lucha contra el cáncer de lengua que padecía.
El anuncio de la muerte de Fujimori fue hecho por su hija, Keiko Fujimori, a través de un emotivo mensaje en redes sociales.
“Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori, acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma”, escribió Keiko, quien también ha seguido una carrera política destacada en el país.
Fujimori fue una figura controvertida en la historia reciente del Perú. Mientras algunos lo consideran el salvador del país por derrotar a Sendero Luminoso y estabilizar la economía, otros lo recuerdan como un dictador que violó derechos humanos y cometió graves abusos de poder.
En 2007 fue extraditado de Chile y condenado a prisión por delitos de corrupción y violaciones a los derechos humanos durante su mandato.
En los últimos años, Fujimori había sido hospitalizado en varias ocasiones debido a su delicado estado de salud. Pese a ello, mantenía un espíritu combativo, expresando su deseo de regresar a la política y postularse nuevamente en las elecciones presidenciales de 2026. Su muerte, a diferencia de la de Guzmán, ocurrió rodeado de sus hijos y en la intimidad familiar.