Frente a una fuerte escasez de mano de obra calificada, este miércoles el Gobierno alemán de Olaf Scholz presentó un proyecto de ley que busca facilitar la obtención de visas de trabajo, para los ciudadanos de fuera de la Unión Europea.
El objetivo de la primera economía europea es atraer más trabajadores extranjeros, una política contraria a lo que están haciendo el resto de países europeos, que buscan cerrar sus fronteras a la inmigración.
Las facilidades del nuevo sistema
De acuerdo con la propuesta, pronto ya no será necesario presentar un contrato de trabajo para instalarse. Este procedimiento será reemplazado por un sistema de puntos que mide el “potencial” de integración de los candidatos, de la misma manera como funciona en Canadá.
“Nos aseguraremos de traer al país a los trabajadores calificados que nuestra economía necesita con urgencia desde hace años”, dijo la ministra del Interior, Nancy Faeser, al presentar el proyecto de ley que aún debe ser aprobado por los parlamentarios.
El nuevo sistema “eliminará los obstáculos burocráticos” y “permitirá que los trabajadores calificados vengan a Alemania rápidamente y puedan comenzar” a trabajar, agregó.
La escasez de mano de obra
La escasez de trabajadores calificados se ha vuelto un verdadero problema. Dos millones de puestos de trabajo se encuentran vacantes en la actualidad en Alemania, cuando la generación de los sesenta se jubila.
Por el envejecimiento de la población, el mercado del trabajo perderá siete millones de personas de aquí a 2035, si el Gobierno no toma medidas para contrarrestar esta realidad, según un estudio del Instituto de Investigación Sobre el Mercado del Trabajo, IAB.
Teniendo en cuenta todos los sectores, el 44 % de las empresas alemanas interrogadas por el instituto Ifo señalan que fueron afectadas por la escasez de mano de obra en el mes de enero.
Frente a esta situación crítica, el canciller Scholz anima a los trabajadores a no jubilarse de manera anticipada, mientras las empresas experimentan la utilización creciente de robots, como en el cuidado de ancianos.
No obstante, Scholz advirtió en el Parlamento a comienzos del mes que recurrir a la población alemana “no será suficiente” para superar el déficit.
Las empresas responden
Los industriales tratan de responder a la escasez y proponen sus propias formaciones para atraer a extranjeros.
La fábrica siderúrgica de ArcelorMittal en la ciudad alemana de Eisenhüttenstadt acoge cada año unos cincuenta nuevos aprendices, incluyendo extranjeros. Este sector es uno de los más afectados por la escasez de trabajadores calificados en el país.
Una formación adecuada es importante para evitar que “los jóvenes se nos vayan”, declaró el ministro del trabajo, Hubertus Heil, durante una visita reciente a ArcelorMittal.
Pero es muy difícil encontrar candidatos, especialmente en el este de Alemania, en la zona en la que antiguamente se encontraba la Alemania Oriental comunista, dado que los ingresos son más bajos allí, en comparación con los del oeste. Además la acogida en estas regiones suele ser más hostil.
“Trataremos de atraer también a los trabajadores que necesitamos abriendo canales a la inmigracion legal”, señaló el ministro.
La escasez puede “afectar misiones de transición importantes” en Alemania hacia “la electromovilidad o las energías renovables”, adviertió Achim Dercks, director adjunto de las Cámaras de Comercio Alemanas (DIHK), a inicios del año.
*Con información de AFP.