SEMANA: Este fin de semana termina la era de Angela Merkel en el poder. ¿Cómo vive usted desde Bogotá este significativo cambio en su país?
Peter Ptassek: Es un momento muy emocionante e importante para nuestro país. Para nosotros, una época se está terminando: 16 años en el poder es muchísimo. En este tiempo, el mundo vivió muchas crisis. Todavía no sabemos qué va a suceder. Los resultados, por ahora, son impredecibles. No puedo contestar por eso la pregunta que me hacen todos sobre quién va a liderar el nuevo gobierno en Alemania.
Vea la entrevista con el embajador de Alemania
SEMANA: En el mundo, Merkel es un ícono en muchos sentidos. ¿Cómo resumiría usted su legado?
P. P.: La canciller Merkel (nosotros le decimos canciller a nuestro primer ministro) aseguró una continuidad en tiempos de cambios radicales y problemas globales muy difíciles. Ella fue clave en soluciones de crisis enormes como la financiera, la de la estabilidad de Europa, los migrantes y la pandemia.
SEMANA: Merkel fue la primera mujer en convertirse en canciller de Alemania en la historia. ¿Eso influyó en su forma de dirigir al país en esas crisis?
P. P.: Hay muchas discusiones sobre esa pregunta, si el hecho de ser mujer marcó su gobierno. Quizás no es fácil decirlo, pero lo que sí puedo decir es que la señora Merkel tiene un estilo muy particular. Llama la atención por su sencillez, su profesionalismo, su terquedad para manejar los temas, pero también por la humildad y el respeto. Los hombres tienen unos gestos particulares para darle a entender al otro que no comprendieron nada y ella, al contrario, siempre oyó las ideas por muy ajenas que fueran. Ella no menosprecia a nadie, no excluye a nadie, maneja todas las situaciones. Tiene todo claro. Y quizá su mayor fortaleza: nunca rechazó una idea por no ser suya. Si eso es un estilo femenino, todos tendríamos que volvernos más femeninos. Ella es un referente para mujeres en el mundo, pero también para hombres.
SEMANA: Al comienzo ella nunca se reconoció a sí misma como “feminista”, pero al final se convirtió en una de las mejores voceras de la equidad de género en el mundo. ¿Por qué cree que se dio ese cambio?
P. P.: Ella al comienzo es verdad que nunca se reconoció como feminista, pero quizá es que llegó a un cargo donde había muchas crisis que debía manejar. Tanto a Alemania como a Europa nos orientó con seguridad a través de las crisis, no como feminista, sino como una mujer política con un especial don. Pero tras 16 años ha descubierto con más firmeza el apoyo a las mujeres. En este tema, Alemania aún tiene mucho por hacer. Es importante recordar que Merkel nació en la otra Alemania, en la Oriental. Esa Alemania tenía muchos problemas, pero también muchos logros: una infraestructura para mujeres con jardines de niños… la Alemania Occidental ha tenido que aprenderlo. Vamos por buen camino, pero todavía lento. Todavía hay pocas mujeres en posiciones de poder, pero eso está cambiando por el rol que tuvo Merkel. Muchas cosas deben cambiar aún.
SEMANA: Usted habla de la canciller como una figura de estabilidad en tiempos de mucha turbulencia. ¿A qué se refiere?
P. P.: Me gustaría poder explicarlo con cuatro ejemplos de las crisis que vivimos en estos 16 años.
SEMANA: ¿Cuál es el primero?
P. P.: Para mí, un logro muy importante es que ella salvó a la Unión Europea, durante las muchas crisis que ha tenido: la financiera, la de la pandemia y la migratoria. Ella siempre estuvo comprometida con la cohesión de Europa. Para los alemanes, la Unión Europea es un logro muy grande. Y ella la ha rescatado en tiempos muy difíciles.
SEMANA: ¿Y el segundo?
P. P.: También muy importante. Ella llevó a Alemania a hacer una transformación de su economía para no depender del carbono. Bajo su gobierno, Alemania abandonó el carbón y la energía nuclear. Ahora, les apostamos a las tecnologías del futuro como el hidrógeno verde, en donde Colombia tiene un enorme potencial también.
SEMANA: Este legado sí que ha llegado a Colombia, Alemania ha sido un país que ha apoyado la conservación de los ecosistemas en nuestro país…
P. P.: En Alemania no hay debate sobre la necesidad de luchar contra el cambio climático. Es una realidad y nosotros debemos hacer una diferencia ya. Trabajamos con Colombia en la lucha contra la deforestación. Colombia tiene un liderazgo muy grande en este frente en este continente. En Alemania, discutimos cómo manejar esa transición, no si vamos a hacerlo o no.
SEMANA: ¿Cuál es el tercer legado de Merkel?
P. P.: La política migratoria. Ella verdaderamente sentó una señal para el mundo. Alemania recibió refugiados de Siria, África, Afganistán… le costó mucho internamente. Por cuenta de eso tuvo la consecuencia del ascenso de muchos partidos de derecha. Ella puso en juego su capital político por la decisión de recibir a un millón de refugiados. Con esa decisión animó a muchos en el mundo entero. Esa determinación es comparable con la del presidente Duque para otorgarles el estatus temporal a los venezolanos.
SEMANA: Quizá una de las imágenes más conmovedoras de la última década en el mundo fue ver a los alemanes recibir a los sirios con osos de peluche. ¿Qué lecciones siente que tiene Alemania en este sentido frente a lo que vivimos acá?
P. P.: Siempre ha sido un desafío. En Colombia, no hay diferencias en la cultura ni en el idioma. Nosotros sí hemos tenido esas diferencias. Claro que fue un reto, pero no fue algo inusual. Alemania recibe refugiados desde hace décadas. Es una manera de devolver lo que el mundo nos dio, cuando en la Segunda Guerra tantos alemanes tuvieron que emigrar. Alemania ha recibido más de dos millones de personas en los últimos años. Hay retos, pero también hay oportunidades. No digo que sea fácil, ni que en Colombia lo será, pero es mucho mejor manejar lo que está ocurriendo que cerrar los ojos.
SEMANA: ¿Y el último legado?
P. P.: Angela Merkel también salvó en cierta medida el multilateralismo. No estuvo sola en eso, pero ella se convirtió en una voz perseverante e importante contra la intensa oposición de algunos actores. Importante logro en un mundo en donde el multilateralismo despierta después de un largo sueño invernal. Colombia fue también un gran socio en eso.
SEMANA: Alemania también tuvo un papel muy importante en el proceso de paz con Colombia. ¿Tuvo un papel Angela Merkel?
P. P.: Nosotros tuvimos experiencia con dos guerras mundiales, con una culpa enorme. Por eso Alemania siempre ha estado comprometida con la paz. Hace parte de nuestra identidad desde 1945. Todos los cancilleres desde ahí han fomentado la paz. Merkel hace parte de una tradición superpartidista.
El complicado proceso de paz que se presenta aquí en Colombia despertó esperanza a nivel mundial. Alemania está muy comprometida con la JEP, la Comisión de la Verdad, instituciones que no tuvimos. Esa fue una de las razones por las cuales nuestro proceso para llegar a la verdad se demoró más. Nosotros creemos que si no se mira el pasado, se cae en las mismas trampas a futuro. Estamos comprometidos con ayudar a Colombia porque vale la pena. Los problemas que se ven son normales. Es una lección aprendida para nosotros.
SEMANA: Volvamos a este domingo. ¿Cómo funciona esta elección?
P. P.: Se elige un nuevo Parlamento. Los partidos deben ponerse de acuerdo para formar un gobierno. Solo cuando tengamos una mayoría, el Parlamento escogerá un canciller. Hasta que eso suceda la señora Merkel se quedará en el cargo. Hay quienes creen que eso puede ser no antes de Navidad. Necesitamos en esta oportunidad tres partidos para formar un gobierno. Y se anticipa que habrá discusiones complejas. Pero estoy seguro, recogiendo las palabras de la misma Merkel en la crisis migratoria, que “lo lograremos”.
SEMANA: ¿A qué cree que se dedique Ángela Merkel?
P. P.: Hay muchos que tienen ideas, pero solo ella sabrá. Vamos a ver.
SEMANA: Embajador, usted se ha convertido en un influencer aquí en Colombia. Es un gran fotógrafo y ha transmitido con mucha emoción lo que hace su país por el nuestro. ¿Nos va a narrar las elecciones y sus resultados de este mismo modo?
P.P.: Sí. ¡Claro que sí! Con mucho gusto lo haré.