Las autoridades sanitarias alemanas anunciaron que a partir del 1.° de mayo aquellos ciudadanos que den positivo no deberán guardar cuarentena de forma obligatoria, sino que será una “recomendación urgente”.

Tras un acuerdo entre los ministros de Sanidad de los estados y el federal, las autoridades dejarán de dar instrucciones oficiales respecto a los aislamientos y pasarán a recomendar cuarentenas de unos cinco días.

Sin embargo, los profesionales de la salud no se podrán beneficiar de esta medida y tan solo podrán dar por concluido su aislamiento por positivo una vez que puedan demostrar haber superado la enfermedad presentando una prueba con resultado negativo.

Uno de los principales objetivos de esta medida es evitar las ausencias masivas de personal laboral en caso de que los contagios aumenten, algo que en parte sucede desde principios de año, cuando Alemania entró de lleno en un gran brote de positivos provocado por la variante ómicron.

Hasta la fecha, la normativa vigente establecía que los positivos debían guardar una cuarentena de diez días, aunque si presentaban una prueba negativa a los siete días podían dar por finalizado el aislamiento.

El Instituto Robert Koch, la agencia oficial responsable del seguimiento de la pandemia en Alemania, notificó más de 21,6 millones de contagios de coronavirus, así como 130.052 decesos a cuenta del virus.

Ómicron es “menos grave” que delta para menores de cuatro años

Una nueva investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad Case Western Reserve (Estados Unidos) sugiere que los niños menores de cinco años infectados por la variante ómicron de la covid-19 tienen menos riesgo de sufrir resultados de salud graves que los infectados por la variante delta.

El estudio, publicado en la revista científica JAMA Pediatrics, es el primer esfuerzo de investigación a gran escala para comparar los resultados de salud de la infección por coronavirus de ómicron a delta en niños de cuatro años o menos, el grupo de edad que aún no puede ser vacunado.

Los resultados muestran que la variante ómicron es entre seis y ocho veces más infecciosa que la variante delta. Los resultados clínicos graves iban desde un 16 % menos de riesgo de visitas a urgencias hasta un 85 % menos de riesgo de ventilación mecánica. Y alrededor del 1,8 % de los niños infectados con ómicron fueron hospitalizados, en comparación con el 3,3 % con delta.

El equipo analizó las historias clínicas electrónicas de más de 651.640 niños en los Estados Unidos que tuvieron un encuentro médico con organizaciones sanitarias entre septiembre de 2021 y enero de 2022, incluyendo más de 22.772 niños infectados con ómicron a finales de diciembre y finales de enero, con más de 66.000 niños infectados cuando delta era prevalente en el otoño.

El estudio también comparó los registros de más de 10.000 niños inmediatamente antes de la detección de ómicron en EE. UU., pero cuando delta seguía siendo predominante.

El equipo examinó los resultados clínicos de salud de los pacientes pediátricos durante una ventana de 14 días tras la infección por el SARS-CoV-2. Entre los factores que revisaron estaban: las visitas a urgencias, las hospitalizaciones, los ingresos en la unidad de cuidado intensivo (UCI) y el uso de ventilación mecánica.

Otros análisis de datos demográficos revelaron que los niños infectados por ómicron eran, por término medio, más jóvenes (1,5 años de edad frente a 1,7) y presentaban menos comorbilidades.

“La principal conclusión de nuestra investigación fue que había muchos más niños infectados por ómicron en comparación con delta, pero los niños infectados no sufren un impacto tan grave como el de los niños infectados por la variante delta. Sin embargo, como hay muchos más niños infectados, nuestros hospitales se vieron afectados durante los meses de invierno por una afluencia de niños pequeños”, explica una de las responsables de la investigación, Pamela Davis.

*Con información de Europa Press.