El instituto de virología alemán Robert Koch (RKI), dio como iniciada oficialmente la cuarta ola de contagios de covid-19 en Alemania.

De acuerdo con las autoridades sanitarias locales, en los últimos siete días se ha presentado un promedio de 48,8 nuevos casos de coronavirus por cada 100.000 habitantes.

Según la agencia EFE, el RKI precisa en su informe semanal que el descenso de la incidencia observado entre finales de abril y finales de junio ha parado, y que los contagios vuelven a subir desde principios de julio y “crecen así notablemente más pronto y con mayor rapidez que el año pasado, cuando solo en octubre se alcanzaron incidencias comparables”.

El incremento de contagios en Alemania se explica por la llegada y presencia de la variante delta de la covid-19, descubierta en India y la cual es más contagiosa y resistente a las vacunas que la cepa original.

Con el fin de hacer frente a esta variante y a otras que se puedan desarrollar en el tiempo, las autoridades alemanas están ultimando los detalles para iniciar la aplicación de una tercera dosis de la vacuna contra la covid-19.

Alemania comenzará el 1.° de septiembre a administrar una dosis de refuerzo de la vacuna contra la covid-19 a las personas mayores y vulnerables, así como a quienes no hayan recibido la inyección con la tecnología del ARN mensajero.

“Las vacunaciones de refuerzo se harán con una de las dos vacunas de ARN mensajero (Pfizer o Moderna)”, informó el Ministerio de Salud, según el cual esta decisión es “en interés de la atención sanitaria preventiva”.

El ministerio afirma apoyarse en estudios recientes que muestran una “respuesta inmune reducida o en rápida disminución tras una vacunación completa contra la covid-19” en ciertos colectivos, como las personas inmunodeprimidas o ancianos.

También se invitará a ponerse esta inyección adicional a los profesionales sanitarios que traten con estos colectivos.

La vacuna de refuerzo se administrará “generalmente al menos seis meses” después de la primera vacunación completa.

Además, también se recomendará de modo general a quienes hayan recibido con los fármacos de AstraZeneca o Janssen, que deberían ponerse una dosis suplementaria de las vacunas de ARN mensajero (Pfizer o Moderna).

Según estos dos últimos laboratorios, una dosis suplementaria asegura una protección reforzada, especialmente ante la propagación de la variante delta.

Algunos países como Israel ya han adoptado el principio de administrar una dosis de refuerzo ante la covid-19. En otros, esta cuestión genera debate.

También suscita dudas entre grandes agencias internacionales como la OMS o el FMI, que el sábado solicitaron priorizar la vacunación completa en países menos desarrollados, donde un porcentaje muy bajo de la población está inmunizado.

Semanas atrás, el Ministerio de Salud de Alemania anunció que desde el domingo generalizará la obligación de que los viajeros no inmunizados presenten un test anti-covid-19 al entrar en el país.

“Todos los veraneantes no vacunados tendrán que hacerse el test, tanto si vuelven por avión, como por coche o tren”, dijo el ministro de Salud, el conservador Jens Spahn (CDU), citado en un comunicado.

Hasta ahora solo se aplicaba a quienes entraban por avión. La medida afecta a todos los mayores de 12 años.

“Así reducimos el riesgo de nuevos contagios”, afirmó el ministro, en un momento en que los alemanes empiezan a volver de sus vacaciones de verano.

La medida aún no ha sido adoptada por el Gobierno. “Es justo que los veraneantes que no estaban sujetos a esta obligación se hagan la prueba” porque los demás “también quieren tener un buen otoño y un buen invierno”, estimó el vicecanciller Olaf Scholz en la televisión pública ARD, refiriéndose a una eventual cuarta ola, pese a que el nivel de contagios en Alemania es inferior al de muchos países europeos.