Alemania ha superado este viernes (24 de diciembre) la barrera de los 110.000 muertos por coronavirus tras confirmar más de 350 durante el último día, en un momento en el que el país se acerca además a la barrera de los siete millones de casos desde el inicio de la pandemia.
El Instituto Robert Koch, el ente gubernamental encargado del control de enfermedades infecciosas, ha manifestado a través de su página web que durante las últimas 24 horas se han confirmado 35.431 contagios y 370 fallecidos, lo que eleva los totales a 6.959.067 y 109.119, respectivamente.
Asimismo, ha resaltado que la tasa de incidencia acumulada durante los últimos siete días es de 265,8 casos por cada 100.000 habitantes, a la baja durante los últimos días, y ha apuntado que durante la última semana se han registrado 221.067 positivos.
Por otra parte, ha recalcado que en estos momentos hay cerca de 800.200 casos activos y ha cifrado el número de personas recuperadas de la covid-19 en unas 6.048.800, incluidas alrededor de 56.000 altas médicas durante las últimas 24 horas.
El Consejo de Ética de Alemania se pronunció el miércoles a favor de ampliar a “partes significativas de la población” el requisito de vacunación contra el coronavirus dispuesto para los sectores sensibles, en el marco de los esfuerzos para hacer frente a la propagación de la variante ómicron.
Durante la jornada del martes, la Comisión Permanente de Vacunación de Alemania (Stiko) recomendó que la tercera dosis de refuerzo contra el coronavirus sea adelantada de seis a tres meses, debido a la alta capacidad de contagio de la citada variante.
En este sentido, el ministro de Sanidad de Alemania, Karl Lauterbach, ha pedido a la población extremar las precauciones de cara a las celebraciones navideñas y ha recomendado hacerse pruebas a los vacunados. “La proporción de casos de ómicron aumentará fuertemente en los próximos días”, ha dicho en su cuenta en la red social Twitter.
“Durante las vacaciones (de Navidad y Año Nuevo), las oficinas sanitarias informan con retraso. No obstante, estamos atentos a la evolución de la situación. Por favor, eviten los contagios durante las fiestas. Incluso las personas vacunadas deberían hacerse el test”, ha señalado.
El propio ministro dijo el jueves que espera una gran oleada de la variante ómicron a finales de año. “Todavía no tenemos una gran ola que se expande rápidamente, pero eso cambiará a finales de año y en la primera semana de enero”.
Lauterbach ha lamentado este viernes que la tarea de los trabajadores de la salud siga estando sobrecargada. “Ahora ya es la segunda Navidad de la pandemia. Lo habíamos deseado, sí, habíamos esperado que fuera diferente. Pero no fue así”, ha dicho en un mensaje de vídeo dirigido al personal sanitario.
“A pesar de lo dramática que fue la situación el año pasado, sobre todo en las residencias de ancianos, esperábamos que a través de la campaña de vacunación durante el año pudiéramos salir de la pandemia. Desgraciadamente, eso no ocurrió”, ha manifestado, tal y como ha recogido la agencia alemana de noticias DPA.
Por su parte, la primera ministra del estado federado de Renania-Palatinado, Malu Dreyer, ha hecho un llamamiento a la población escéptica con respecto a la vacunación a revisar su postura y distanciarse de las protestas violentas de los movimientos contrarios a las vacunas.
“Diez millones de personas (adultas) sin vacunar en Alemania, eso es simplemente un riesgo demasiado grande para la sociedad en su conjunto”, ha manifestado. “Ómicron es increíblemente contagiosa. Según la ciencia, difícilmente se puede escapar del virus”, ha destacado.
“Los retos son ya enormes. Ahora tenemos una polarización muy fuerte”, ha manifestado en declaraciones a DPA, en referencia al fuerte aumento de las protestas y marchas contra las restricciones por la pandemia en todo el país.
“Lo malo es que una minoría que no solo tiene una opinión diferente, sino que es radical y además está dispuesta a utilizar la violencia, quiere intimidar y desestabilizar a la mayoría”, ha valorado. “Se puede estar en desacuerdo, se puede expresar eso, pero no se debe correr con los radicales de derecha para manifestarse contra las medidas contra la pandemia”, ha añadido.
“Aún con todas las opiniones diferentes que existen en la sociedad, tenemos que distanciarnos de esta minoría radical, que ya no tiene inhibiciones, ni siquiera para ser violenta”, ha zanjado Dreyer.
Durante la jornada de este viernes ha sido publicado un sondeo que muestra que la mitad de la población alemana no está satisfecha con la organización de la campaña contra la covid-19. Así, el 19 por ciento se han mostrado “muy insatisfechos”, mientras que el 31 por ciento está “insatisfecho”.
El sondeo, realizado por el instituto YouGov por encargo de DPA, revela que un 36 por ciento y un siete por ciento dijeron que estaban “satisfechos” y “muy satisfechos”, respectivamente, mientras que otros siete por ciento no respondió.
Hasta la fecha han sido vacunadas 61,3 millones de personas en Alemania, lo que representa el 73,7 por ciento de la población. Asimismo, un 70,7 por ciento de la población cuenta con la pauta completa, mientras que un 35 por ciento cuenta ya con una tercera dosis de refuerzo.
El canciller alemán, Olaf Scholz, quiere impulsar la vacunación en estas vacaciones de Navidad y Año Nuevo. Se puso como meta que el 80 por ciento de la población esté vacunado al menos con una dosis hasta el 7 de enero.
Scholz también propuso al Bundestag (la cámara baja del Parlamento) que decida sobre la obligatoriedad de la vacuna a principios del año próximo. Según el sondeo de YouGov, el 62 por ciento de las personas en Alemania está a favor de una medida de este tipo, mientras que un 29 por ciento está en contra y un nueve por ciento no respondió.
Con información Europapress