Las Fuerzas Armadas de Alemania iniciaron este miércoles el proceso de traslado a Eslovaquia de varias baterías de misiles antiaéreos Patriot, en medio del aumento de las tensiones por la ofensiva militar lanzada el 24 de febrero por Rusia contra Ucrania.
Los vehículos con equipamiento y sistema armamentístico se pusieron en marcha desde Husum, en el estado federado de Schleswig-Holstein (norte), según informó la agencia alemana de noticias DPA.
El sistema Patriot es utilizado para hacer frente a aviones, misiles balísticos tácticos y misiles de crucero.
El Gobierno de Alemania busca que, mediante su estacionamiento, los soldados realicen un aporte a la protección del socio de la Otan, que comparte frontera con Ucrania.
El Parlamento eslovaco votó en la víspera (martes) a favor del estacionamiento en su territorio de tropas de Alemania y otros socios de la Alianza.
Así, el Ministerio de Defensa de Eslovaquia había revelado previamente que el plan acordado con la Otan contempla el despliegue de 2.100 soldados, la mayoría de los cuales serán enviados por Alemania, que aportará 700 efectivos.
A ellos se sumarán 600 que llegarán de República Checa, 400 de Estados Unidos, 200 de Países Bajos y 100 de Polonia y Eslovenia, respectivamente.
“Gran movimiento de vehículos de infantería M2/M3 Bradley, en Amberg, Alemania”, reportó Mundo en Conflicto en Twitter, al publicar un video del traslado de ese equipo militar.
EE. UU. aumenta ayuda a Ucrania mientras crece presión internacional sobre Rusia
Entre tanto, Estados Unidos anunciará este miércoles un incremento de su asistencia para Ucrania, en un momento en que aumenta la presión internacional sobre Rusia, para que ponga fin a sus bombardeos contra objetivos civiles y las conversaciones de paz avanzan, vacilantes.
Una fuente de la Casa Blanca anunció que el presidente Joe Biden anunciará en las próximas horas 800 millones de dólares adicionales de asistencia para Ucrania.
“En total, el presidente autorizó unos 2.000 millones de dólares de ayuda” a Ucrania desde el inicio de su mandato, según fuentes de la Casa Blanca.
El anuncio de Biden se producirá después de la intervención del presidente ucraniano, Volodímir Zelenksi, ante los congresistas estadounidenses, en la que sin duda pedirá más ayuda para su país y la creación de una zona aérea de exclusión sobre Ucrania, algo que Washington descarta por ahora.
La ofensiva rusa en Ucrania entra en su tercera semana y el cerco sobre Kiev se estrecha. El miércoles de madrugada se escucharon fuertes explosiones en la capital y las columnas de humo eran visibles desde varios lugares, comprobaron periodistas de la AFP.
Los habitantes de la capital deben respetar un toque de queda hasta el jueves por la mañana y la prensa tampoco tiene autorización para circular. Según las autoridades municipales, Kiev vive un “momento peligroso”.
¿Fuerzas de paz?
Analistas militares creen que Rusia intensificó los bombardeos aéreos después de que la invasión terrestre se estancara y como forma de presionar en las negociaciones con Ucrania.
“Vieron que sus operaciones terrestres no han tenido éxito y que allá donde sí logran victorias las consiguen a un precio alto que no es sostenible”, dijo a la AFP Mick Ryan, un general australiano retirado.
“Han tenido que pasar al ‘plan C’, que es bombardear ciudades y aterrorizar civiles con la esperanza de que los ucranianos accedan a algún tipo de entendimiento político”, agregó.
En la víspera (martes), Zelenski admitió que Ucrania tenía que aceptar que no entrará a formar parte de la Otan, uno de los argumentos principales usados por Rusia para justificar su ofensiva.
El presidente ruso Vladimir Putin acusa, además, a las autoridades ucranianas de “no mostrar un compromiso serio con la búsqueda de soluciones mutuamente aceptables”, según la versión del Kremlin de una conversación del dirigente con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
El martes, los primeros ministros de Polonia, República Checa y Eslovenia, partidarios de una línea más dura de los países occidentales hacia Moscú, se reunieron con Zelenski en Kiev.
Durante la visita, el viceprimer ministro polaco, Jaroslav Kaczynski, pidió el envío de una misión de paz de la Otan u otra entidad “que sea capaz de defenderse y pueda operar en territorio ucraniano”.
Pero tales llamados han obtenido poco apoyo en los países occidentales, donde persiste el temor de que podría desatar una catastrófica guerra con Rusia, que posee armas nucleares.
Por ahora, los países occidentales han optado por aislar a Rusia diplomática y económicamente. Es decir, han aplicado duras sanciones que podrían llevar a Rusia a un posible default de su deuda.
Este miércoles, Rusia debe reembolsar 117 millones de dólares en intereses de dos bonos de deuda, el primer pago de una serie prevista en marzo y abril.
En represalia por la operación militar en Ucrania, unos 300.000 millones de dólares de las reservas de Rusia están congelados en bancos occidentales.
Las sanciones también forzaron la salida de Moscú de varios foros políticos y deportivos internacionales.
El martes, ante su posible expulsión del Consejo de Europa, Rusia anuncio su salida del organismo europeo de derechos humanos.
Moscú ha respondido ante estas sanciones y el martes anunció también medidas punitivas contra Biden, el primer ministro canadiense Justin Trudeau y varios miembros de sus gobiernos.
Rusia también quiere impulsar un proyecto de resolución “humanitaria” sobre Ucrania ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que podría ser votado el jueves pero que tiene pocas posibilidades de prosperar.
Este miércoles, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) se pronunciará sobre un requerimiento presentado por Ucrania, que solicitó al más importante tribunal de la ONU que ordene a Rusia el cese inmediato de su invasión.
*Con información de Europa Press y AFP
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