En alerta se encuentran las autoridades de Guatemala luego de que el volcán de Fuego, que en 2018 provocó una avalancha que dejó 215 muertos en Guatemala, inició una nueva fase de erupción con explosiones, expulsión de ceniza y flujos de lava.
De acuerdo con el reporte oficial, pese a la situación, hasta el momento no se han reportado evacuaciones, aunque no se descartó que una decisión en este sentido se tome dependiendo de la evaluación que hagan las autoridades.
“El volcán de Fuego presentó un incremento en su actividad, el cual en los últimos minutos ha entrado en una fase de erupción (...). La erupción es mayormente efusiva acompañada de pulsos incandescentes de la fuente de lava”, señaló el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología de Guatemala (INSIVUMEH).
El organismo señaló que la erupción del volcán, de 3.763 metros de altura y ubicado 35 km al suroeste de Ciudad de Guatemala, genera “constantes explosiones débiles, moderadas y fuertes”.
Igualmente, indicó que provoca una “fuente incandescente” de lava que sobrepasa los 500 metros sobre el cráter y una columna de ceniza que se eleva más de un kilómetro de la cima del volcán, ubicado entre los departamentos (provincias) de Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez.
“Flujo piroclástico en dirección a las barrancas Las Lajas y El Jute visto desde la cámara FG12. Para más información consultar el boletín especial BEFGO No. 120-2022. 10 de diciembre de 2022″, señaló el organismo.
También dijo que “la columna de ceniza alcanza los 5.000 metros sobre el nivel del mar, dispersándose 30 kilómetros al oeste y noroeste”.
“En la barranca Ceniza el flujo de lava se mantiene con una longitud de 800 metros y en el frente del mismo se generan constantes avalanchas que llegan hasta la orilla de la vegetación”, indicó, tras advertir que “la erupción es mayormente efusiva, acompañada de pulsos incandescentes de la fuente de lava”.
Y agregó que “esta también puede generar nuevos flujos de lava hacia más barrancas, así como producir explosiones violentas cargadas de ceniza y que genere flujos piroclásticos principalmente hacia las barrancas Ceniza, Las Lajas y Seca, así como cualquiera de las otras barrancas del volcán de Fuego”.
Por su parte, el vocero de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Rodolfo García, señaló que hasta el momento no se reportan evacuaciones preventivas en las comunidades asentadas cerca del volcán.
El funcionario explicó que mantienen comunicación con líderes de las zonas pobladas alrededor del volcán, con quienes mantiene un “monitoreo” de la actividad y ante la posible lluvia de ceniza hacia el noroeste del cono volcánico, además del riesgo de un flujo de lava de unos 800 metros que desciende por una ladera.
Una erupción del volcán de Fuego, el 3 de junio de 2018, provocó una avalancha de material ardiente que arrasó la comunidad San Miguel Los Lotes en Escuintla y parte de una carretera en Sacatepéquez, dejando 215 muertos y una cifra similar de desaparecidos.
Junto al de Fuego, también están activos en Guatemala los volcanes Santiaguito (oeste) y Pacaya (sur).
Volcán Láscar en Chile provoca sismo y aumenta actividad
Una situación similar se presentó en Chile, donde el volcán Láscar, ubicado a unos 1.600 kilómetros al norte de Santiago, registró un aumento de su actividad en la víspera (sábado) que provocó un sismo y una columna de humo de 6.000 metros.
“El día de hoy, 10 de diciembre a las 12:36 p. m., hora local, se registró un elemento explosivo en el volcán Láscar, relacionado con una señal sísmica”, detalló un reporte del Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile (Sernageomin).
El organismo señaló que debido este aumento en la actividad del Láscar se “generó en superficie una columna eruptiva, que de acuerdo con observaciones satelitales tuvo una altura aproximada de 6.000 metros sobre el nivel del cráter”, afirmó el informe.
Las autoridades decidieron elevar nivel de alerta volcánica en torno a esa montaña de verde a amarilla y determinaron establecer un perímetro de seguridad de cinco kilómetros alrededor del cráter que afecta sectores de pastoreo y de escalada.
La alerta amarilla se establece cuando un volcán registra una actividad inestable, con explosiones menores y la aparición de fumarolas, y requiere un incremento de los parámetros de monitoreo.
También se emitió un informe para tráfico aéreo en la zona.
Sin daños
No se informó de personas lesionadas ni de infraestructura dañada. Sin embargo, las autoridades de la zona llevaron a cabo coordinaciones con el pueblo de Talabre, a 30 kilómetros del volcán, en caso de que fuese necesaria la evacuación de sus habitantes.
El Láscar, de 5.592 metros de altitud, está ubicado en la región de Antofagasta y a 70 kilómetros del poblado de San Pedro de Atacama, uno de los principales polos turísticos del norte del país sudamericano.
Este volcán, que registró pulsos similares en 2006 y 2015, entró en erupción por última vez en 1993.
En Chile también está declarada la alerta volcánica amarilla por el complejo volcánico Nevados de Chillán (unos 385 kilómetros al sur de Santiago) y por el volcán Villarrica (a 800 kilómetros de la capital).
*Con información de AFP y Europa Press.