El poderoso huracán Roslyn, que en unas horas se intensificó a categoría 4 de la escala Saffir-Simspon (de 5), se dirigía este sábado hacia la costa del Pacífico mexicano, donde se espera impacte la mañana del domingo.

A las 15H00 GMT, el fenómeno registraba vientos sostenidos de 215 km/h, se encontraba a 240 km del puerto de Manzanillo (oeste) y avanzaba a 13 km/h en dirección nor-noroeste, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).

El fenómeno perdería fuerza al acercarse más a la costa, pero “se espera esté cerca o siga siendo un huracán mayor cuando toque tierra el domingo”, añade el boletín del NHC.

Un huracán mayor es superior a la categoría 3 y es considerado potencialmente catastrófico.

Según el pronóstico del NHC, Roslyn podría tocar tierra la mañana del domingo en la costa del estado de Nayarit en una zona donde se localizan comunidades dedicadas a la pesca.

El paso del fenómeno afectará otros estados de la costa pacífica, principalmente Jalisco, Colima (oeste) y Sinaloa (noroeste), donde se ha declarado una alerta preventiva por efectos de huracán.

Preparativos

Roslyn, que se convirtió en huracán la noche del viernes, ya provoca intensas precipitaciones y alto oleaje en los estados costeros del Pacífico.

“Las lluvias ocasionadas por este sistema podrían generar deslaves, incremento en niveles de ríos y arroyos, desbordamientos e inundaciones”, alertó de su lado el Servicio Meteorológico de México.

Las autoridades de los estados costeros, especialmente Nayarit, ya preparaban albergues para recibir a los habitantes de las zonas vulnerables ante el fenómeno.

“Se mantiene zona de prevención por efectos de huracán desde Playa Pérula, Jalisco, hasta El Roblito, en Nayarit”, añadió el Servicio Meteorológico mexicano.

Los pronósticos apuntan a que Roslyn podría tocar tierra en las cercanías del municipio de San Blas, con unos 40.000 habitantes y donde hay varias comunidades dedicadas a la pesca.

México sufre cada año el embate de ciclones tropicales tanto en su costa del Pacífico como del Atlántico, habitualmente entre mayo y noviembre.

A finales de mayo, Agatha, el primer fenómeno de la temporada en el Pacífico, impactó en las costas del estado de Oaxaca (sur), donde las lluvias en localidades montañosas dejaron once fallecidos.

El 3 de octubre, Orlene tocó tierra en el estado de Sinaloa como categoría 1, dejando principalmente daños materiales.

El 8 de septiembre, Kay, también categoría 1, alcanzó el sur de la península de Baja California provocando afectaciones menores.

En octubre de 1997, el huracán Paulina impactó la costa sur del Pacífico mexicano como huracán de categoría 4 dejando más de 200 muertos.

Vale la pena recordar que hace 12 días desde que Julia se convirtió en huracán de categoría 1 y tocó tierra colombiana en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, y allí la comunidad aún se mantiene en alerta.

El gobernador, Everth Hawkins Sjogreen, informó que un total de 843 familias resultaron damnificadas. Esa cifra equivale a 3.119 habitantes, de los cuales 1.981 son personas adultas, 873 son menores de edad, 233 son adultos mayores, 28 son ciudadanos en condición de discapacidad y siete son mujeres embarazadas. También se reportó la caída de 134 árboles.

Actualmente, la Corporación para el Desarrollo Sostenible de ese departamento (Coralina), en cooperación con el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar), el Instituto Humboldt y la Universidad Nacional sede Caribe, continúan los trabajos de inspección y verificación tanto en tierra, como en mar y zonas costeras, sobre los diferentes ecosistemas estratégicos de las islas, afectados por el paso del fenómeno.

Según el reporte entregado por las autoridades, se tiene un promedio del 10 % de los ecosistemas afectados, lo que estará permitiendo una recuperación en menor tiempo de todas las afectaciones, en comparación con el impacto causado por Iota. Adicionalmente, se está haciendo una verificación de la enfermedad de pérdida de tejido coralino.

En cuanto a Providencia y Santa Catalina, el reporte indica que no se evidenciaron alteraciones por el huracán Julia, ni enfermedades en los corales.

*Con información de AFP.