El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, advirtió, mediante un comunicado de prensa, que “el uso de tácticas militares y de armas en contextos de mantenimiento del orden, el uso de una fuerza innecesaria y desproporcionada y la aplicación de restricciones de circulación amplias, arbitrarias y discriminatorias que afectan a los palestinos, son extremadamente preocupantes”.
“La intensidad de la violencia y de la represión no se ha visto desde hace años”, añadió. El informe enfatiza la urgente necesidad de poner fin al uso de armas y medios militares en las operaciones de mantenimiento del orden en la región, abogando por un cese inmediato de las detenciones arbitrarias y los malos tratos infligidos a los palestinos. Además, hace un llamado explícito al levantamiento de las restricciones de movimiento discriminatorias que afectan a la población en Cisjordania ocupada y Jerusalén Este.
Dedicado específicamente a la situación de los derechos humanos en la región, el informe abarca el período comprendido entre el 7 de octubre, marcado por la sangrienta ofensiva de Hamas en Israel, y el 20 de noviembre. Durante este tiempo, se busca resaltar los eventos y las violaciones de derechos humanos que han tenido lugar, proporcionando una evaluación crítica de la situación en ese lapso temporal específico.
La oficina de derechos humanos de la ONU ha puesto de manifiesto, mediante un informe detallado, que en el sombrío período comprendido entre el 7 de octubre y el 27 de diciembre, la región de Cisjordania ocupada y Jerusalén fue testigo de una lamentable pérdida humana, con un total de 300 palestinos fallecidos, incluyendo de manera especialmente angustiante a 79 niños.
De acuerdo con la información proporcionada, de los 300 palestinos afectados, lamentablemente, al menos 291 perdieron la vida a manos de las fuerzas de seguridad israelíes, mientras que otros ocho fueron víctimas de colonos en la región. Esta desgarradora estadística refleja no solo el impacto directo de las acciones militares, sino también las consecuencias devastadoras de la violencia desencadenada por colonos en la zona.
En el lapso comprendido entre el 1 de enero de 2023 y el 7 de octubre, antes del estallido del conflicto en la Franja de Gaza, se registró una trágica cifra de 200 palestinos fallecidos a manos de las fuerzas israelíes. No obstante, desde el 7 de octubre en adelante, fecha marcada por el inicio de la guerra, las consecuencias humanas han alcanzado proporciones alarmantes, según informes del ministerio de Salud de la administración de Hamas.
Desde entonces, los intensos bombardeos y ataques por parte de las fuerzas israelíes han dejado un devastador saldo de 21. 320 vidas perdidas en la Franja de Gaza. Entre estas cifras desgarradoras, se estima que 6.300 mujeres y 8.800 niños han perdido la vida, subrayando el impacto desproporcionado del conflicto en los segmentos más vulnerables de la población.
En Israel, el ataque había causado alrededor de 1.140 muertos israelíes, la mayoría civiles, según un recuento de la AFP realizado a partir de las últimas cifras oficiales israelíes.
Hamas ha sido acusado por Israel de secuestrar a aproximadamente 250 personas, de las cuales 129 aún están detenidas en la Franja de Gaza. Israel ha expresado su determinación de “destruir” este movimiento islamista palestino, que ha estado en el poder en Gaza desde 2007.
*Con información de AFP.