Sigue la alerta en Estados Unidos y Canadá luego de haberse presenciado una serie de incendios forestales en la Columbia Británica. Si bien este había sido un fenómeno común en las zonas boscosas del norte de Norteamérica, recientemente la frecuencia se ha incrementado de manera exponencial, haciendo que los habitantes de la región teman.
Y es que se han presenciado por lo menos 250 quemas en tres días, cifra récord en cuanto a este desastre natural en toda la historia. Además, se han visto afectadas más de 10 millones de hectáreas en lo que va del año, que es una cantidad muy por encima de lo que se había registrado en algún momento. Según las cifras nacionales del Centro Interagencial Canadiense de Incendios Forestales, la vez que más tierra se dañó fue en 1989, cuando 7.3 millones de hectáreas se vieron comprometidas.
No en tanto, no solo ha sido la flora la que se ha visto profundamente perjudicada por la situación, sino que la calidad de vida de los residentes ya comienza a ver afectaciones directas y graves.
El punto crítico es que el humo de dichos incendios forestales ha provocado que por lo menos 11 estados de la región norte de las Llanuras, el Medio Oeste y los Grandes Lagos de Estados Unidos declare alerta por la calidad de aire que está comenzando a respirarse.
En el área comprendida desde el estado de Montana hasta Ohio, se estima que cerca de 60 millones de personas experimentarán visibilidad reducida y deterioro notable en la calidad de aire. Ciudades principales como Chicago, Detroit, St. Louis, Cedar Rapids o Cleveland serán -y están siendo desde ya- testigos de la situación.
En ese sentido, de los seis niveles de peligrosidad que existe en la composición biológica del aire, el actualmente respirado desde Montana hasta Illinois se encuentra en el nivel 4, de acuerdo a los estudios tomados el pasado domingo 16 de julio.
“Si bien la concentración de humo en la atmósfera debería comenzar a disminuir este lunes, todavía hay suficiente humo para mantener una calidad del aire insalubre que no es saludable para los grupos sensibles en partes de estas regiones al comienzo de la próxima semana”, mencionó el Centro de Predicción del Clima del Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU.
Asimismo, lejos de verse una solución a la problemática ambiental, las autoridades afirman que los vientos arrastrarán el humo hacia el este, abriéndose la posibilidad de que otros estados en el noreste se vean afligidos durante el inicio de la semana.
Dos bomberos han fallecido en medio de los incendios, situación que también tiene consternada a la población.
Con la mala calidad del aire, AirNow, una fuente integral de datos de calidad del aire del Gobierno, recomienda a las personas con enfermedades cardíacas o pulmonares, adultos mayores, niños y adolescentes, que reduzcan la exposición al evitar actividades extenuantes al aire libre, mantener las actividades al aire libre cortas y trasladar las actividades físicas al interior o reprogramarlas.
Hace algunas semanas en Canadá, el Ministerio de Medio Ambiente había advertido a varias regiones de Quebec que “las altas concentraciones de partículas finas están causando mala calidad del aire y una menor visibilidad”. La agencia instó a los residentes a evitar las actividades al aire libre y a llevar tapabocas si deben salir.
Las piscinas al aire libre y las zonas deportivas han sido cerradas y varios eventos externos, incluidos conciertos y competiciones deportivas, han sido cancelados debido al smog insalubre.
Conforme informe el CIFFC, por lo menos 866 incendios se encuentran activos, de los cuales 531 se declararon fuera de control. Además de Quebec y la Columbia Británica, Alberta y Ontario también han sido ejes de concentraciones de estos devastadores siniestros.