Estados Unidos, Brasil y otros países de todas las regiones del mundo anunciaron el viernes el cierre de sus fronteras a viajeros provenientes del sur de África, tras la detección de una nueva variante de la covid-19 potencialmente muy contagiosa llamada ómicron.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la cepa B.1.1.529 del coronavirus, que denominó ómicron, es una variante “preocupante” al igual que la que domina en la actualidad –delta– y las detectadas anteriormente (alfa, beta y gamma).
La nueva mutación, notificada por primera vez por Sudáfrica el 24 de noviembre, ya se identificó en Europa, con un caso confirmado el viernes en Bélgica, tras ser reportada en Sudáfrica, Botsuana, Hong Kong e Israel.
Desde las acciones hasta el petróleo, los mercados mundiales se desplomaron con las noticias sobre ómicron, ante temores de un duro golpe a la recuperación económica mundial.
El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó que la nueva variante debe alentar al resto del mundo a donar más vacunas a las naciones más pobres, señalando que Estados Unidos “ya ha donado más vacunas a otros países que todos los demás países juntos” y “es hora” de igualar su “generosidad”.
“Esta pandemia no terminará hasta que tengamos una vacunación a nivel global”, advirtió en un comunicado desde Nantucket, donde pasa las vacaciones de Acción de Gracias.
Biden también pidió a los países que renuncien a las protecciones de propiedad intelectual para permitir la fabricación de vacunas en todo el mundo.
“Reacción de pánico”
Bélgica anunció el viernes el primer caso conocido públicamente de ómicron en Europa y Alemania analiza otro caso altamente sospechoso.
La OMS dijo que podría llevar varias semanas determinar si la nueva variante supone cambios en la transmisibilidad o gravedad de la covid-19, así como en la eficacia de las vacunas, las pruebas y los tratamientos de al covid-19, y advirtió contra la imposición de restricciones de viajes mientras la evidencia científica sea escasa.
Pero muchos países ya anunciaron el cierre de fronteras, en general para viajeros que lleguen de Sudáfrica, Botsuana, Zimbabue, Namibia, Lesoto, Esuatini (o Suazilandia), Mozambique y Malaui.
En las Américas, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Argentina y Guatemala fueron los últimos en restringir viajes desde allí.
La Unión Europea (UE) también recomendó a las 27 naciones del bloque impedir los ingresos de personas del sur de África, más allá de que muchos miembros, como Austria, República Checa, Alemania, Italia y Holanda, ya habían anunciado suspensiones de vuelos.
El primer país en blindarse fue Reino Unido, y otros le siguieron los pasos, incluyendo Rusia, Suiza, Arabia Saudita y Chipre. Además, Filipinas, Emiratos Árabes Unidos, Jordania y Marruecos anunciaron prohibiciones.
Japón dijo que requerirá un período de cuarentena de 10 días para los viajeros del sur de África. Y Australia señaló el sábado la prohibición de vuelos desde nueve países africanos y el veto de pasajeros no australianos que hayan estado recientemente en esa zona.
Sudáfrica calificó de “draconianas” las prohibiciones. “Ese tipo de reacción es instintiva y de pánico”, declaró el ministro de Salud, Joe Phaahla.
Es un duro golpe para el país dado que las medidas restrictivas llegan justo antes del verano austral, cuando los safaris y las playas suelen atraer a un buen número de visitantes.
“Viernes rojo”
Ómicron provocó el desplome de Wall Street el viernes. El índice de referencia Dow Jones tuvo su peor pérdida del año: una caída del 2,53 % desde el cierre del miércoles, antes del feriado de Acción de Gracias. El S&P 500 cayó un 2,27 %, mientras que el índice Nasdaq bajó un 2,23 %.
Los índices europeos sufrieron sus peores sesiones en más de un año: París cayó 4,75 %, Londres 3,64 %, Fráncfort 4,15 % y Madrid 4,96 %.
La caída también afectó a los mercados bursátiles asiáticos y latinoamericanos, y a los precios del petróleo, que perdieron más del 10 %.
En Chicago, los precios del trigo y la soja cayeron significativamente.
“Hoy es viernes negro para las ventas minoristas, pero ahora es el viernes rojo para el mercado de valores”, resumió el analista Patrick O’Hare, en alusión al tradicional día de descuentos en Estados Unidos posterior a Acción de Gracias.
La firma de biotecnología alemana BioNTech y la farmacéutica estadounidense Pfizer informaron que estaban estudiando la nueva variante, con datos de impacto esperados “en dos semanas a más tardar” para decir si su vacuna desarrollada conjuntamente debería ajustarse si ómicron se propaga a nivel mundial.
El laboratorio estadounidense Moderna anunció por su parte que desarrollará un refuerzo específico para ómicron.
El coronavirus ha dejado más de 5,18 millones de muertos en todo el mundo desde su aparición en China a finales de 2019, aunque la OMS estima que las cifras reales podrían ser muy superiores.
Cerca del 54 % de la población mundial ha recibido al menos una dosis de vacuna anticovid, pero en los países con ingresos bajos, esta proporción es de solo el 5,6 %, según el portal Our World in Data.
Con información de la AFP.