Rusia sigue enviando duros mensajes a los países aliados que ayudan a Ucrania para contener la invasión que inició el presidente Vladimir Putin en febrero de 2022.
En esta ocasión el Ministerio de Exteriores de Rusia denunció que la decisión de Reino Unido de suministrar misiles de largo alcance al Ejército ucraniano es un paso “extremadamente hostil” y evidencia la participación de Londres en el conflicto.
“Consideramos esta decisión como otro paso extremadamente hostil de Londres, destinado a hacer crecer a Ucrania con armas y conducir a una grave escalada de la situación en la zona de la operación militar especial”, se lee en un comunicado dado a conocer por la diplomacia rusa.
Así las cosas, Moscú lamentó que, en su afán por “establecerse como líder informal de la Otan en la vía ucraniana y enemigo implacable de Rusia, el Reino Unido obviamente está listo para cruzar cualquier frontera”.
El Ministerio de Exteriores ruso recriminó que el Gobierno británico esté “llevando el conflicto a un nivel fundamentalmente nuevo en términos de destrucción y pérdida de vidas”.
Ahora las autoridades rusas han advertido que se reservan “el derecho a tomar nuevas medidas necesarias para neutralizar las amenazas que puedan surgir” del uso de misiles de largo alcance británicos por parte de las Fuerzas Armadas ucranianas.
“Toda la responsabilidad por las consecuencias de la actividad destructiva de Londres recae completamente en los autores y ejecutores de este paso imprudente”, aseveró la cartera diplomática rusa.
Reino Unido anunció que enviará a Ucrania misiles de crucero con capacidad para alcanzar objetivos a más de 250 kilómetros de distancia, con el fin de ayudar a las fuerzas ucranianas a hacer frente a la “brutalidad rusa”.
Los misiles son los Storm Shadow, los cuales pueden ser disparados desde aviones y cuyo alcance prácticamente triplica el de los Himars de Estados Unidos. Kiev, con el presidente Volodímir Zelenski a la cabeza, ha pedido a sus aliados este tipo de armamento más potente para sus fuerzas armadas.
El ejército ucraniano ha estado alistando un nuevo contingente de fuerzas y almacenando municiones y equipos suministrados por Occidente que, según especialistas, serán “vitales” para recuperar el territorio ocupado. La incertidumbre está sobre cuándo podría Kiev aplicar su estrategia para reconquistar territorio en Donetsk y Lugansk, así como de Jersón y Zaporiyia (regiones que hace varios meses Putin anexó, por decreto).
El ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, dijo a finales del mes pasado que “los preparativos están llegando a su fin”. “El equipamiento fue prometido, preparado y fue entregado parcialmente. En un sentido amplio, estamos listos [...]. Cuando Dios quiera, (cuando haya) buen tiempo y la decisión de los comandantes, lo haremos”, añadió.
Sin embargo, el funcionario precisó que los tanques Abrams que llegarán de Estados Unidos “no tendrán tiempo de participar en esta contraofensiva”, puesto que en suelo ucraniano no se espera que estén sino hasta finales de este año.
Durante la jornada anterior, un alto cargo militar ucraniano aseveró que los militares de Kiev habían hecho contraataques en Bajmut (una de las zonas foco de enfrentamientos), y supuestamente ‘acorralado’ a uniformados rusos para que se replegaran de algunas áreas.
*Con información de Europa Press.