Este lunes se cumplen exactamente un año y cinco meses desde que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, emprendió la invasión en Ucrania, lo que agudizó aún más un conflicto que ambas naciones libraban desde 2014. De febrero del año pasado a la fecha las hostilidades han sido una constante, incluso más allá del este europeo.

Moscú afirmó haber ‘neutralizado‘ dos drones ucranianos durante la noche, uno de los cuales se estrelló cerca del Ministerio de Defensa. Lo anterior, mientras también se registraron bombardeos en Crimea (anexada por Putin hace nueve años) y en Odesa (sur de Ucrania).

La región de Moscú no había sido atacada por drones desde hacía casi tres semanas. El ataque tuvo lugar luego de que Kiev prometiera responder a los bombardeos en Odesa del pasado fin de semana. “Dos drones ucranianos fueron neutralizados y se estrellaron. No hay víctimas”, declaró el Ministerio de Defensa, que acusó a Ucrania de perpetrar un “acto terrorista”.

Edificio dañado luego de un ataque con drones en Moscú, Rusia, el 24 de julio de 2023. | Foto: Reuters / Maxim Shemetov

“No estaba durmiendo. Era de madrugada. La casa realmente se sacudió”, contó a AFP Vladimir, un residente de 70 años, quien calificó como “escandaloso que un dron ucraniano casi volara hasta el Ministerio de Defensa”.

Por su lado, Anton Kashirin, un mesero en una cafetería cercana, dijo que para él el incidente había sido “poco peligroso”. “Estoy tranquilo, ya pasó y eso es todo. No es ninguna novedad ni la primera vez que esto ocurre”, apuntó.

Algunos ataques se extienden a Crimea

Moscú y su región, que se ubican a más de 500 kilómetros de la frontera ucraniana, ya han sido atacados por drones en otras ocasiones. Por ejemplo, en mayo uno de estos asaltos alcanzó el Kremlin y elevó aún más el nivel de tensiones.

El 4 de julio, cinco drones fueron derribados en la región moscovita, según informaron las autoridades. El ataque perturbó el funcionamiento del aeropuerto internacional de Vnúkovo.

Archivo de incendio en un campo de entrenamiento militar en Crimea. | Foto: Reuters / Stringer

Este ataque en Moscú se suma a los registrados desde hace una semana en Crimea y en el sur de Ucrania, donde se acentuaron los choques después de que Rusia se apartara del acuerdo para exportar cereal por el mar Negro. Esto desató la preocupación de Naciones Unidas por la dependencia de algunas naciones al grano.

Por otro lado, en Crimea, un bombardeo con drones (atribuido a Ucrania) alcanzó un depósito de municiones, en el distrito de Dzhankói, señaló en esta jornada el gobernador ruso, Serguéi Asksionov. El funcionario detalló que se evacuó a la población en un radio de 5 kilómetros y hubo suspensión temporal de la circulación ferroviaria.

Ucrania denuncia nuevos ataques

Mientras Moscú acusa a Kiev de adelantar ataques, este último también alega que la ofensiva de sus adversarios no se detiene. El ejército de Volodímir Zelenski denunció un ataque de “casi cuatro horas” contra una infraestructura portuaria de la región de Odesa.

La ciudad portuaria fue blanco de ataques en la madrugada del domingo. Estos se saldaron con dos persona muertas y, por lo menos, otras 22 resultaron heridas, de las cuales hay estimaciones de cuatro niños.

Consecuencias de un ataque con misiles rusos en Odesa. | Foto: Reuters / Policía de Odesa

En el frente, Kiev afirmó el lunes que le arrebató más de 16 kilómetros cuadrados a las fuerzas rusas la semana pasada en el este y en el sur del país, casi dos meses después de haber empezado su contraofensiva. Por su lado, Rusia asevera que sus objetivos solamente son contra puntos militares.

“Nuestras fuerzas armadas nunca atacan instalaciones de infraestructura civil, y mucho menos catedrales, iglesias u otros edificios similares”, señaló el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, quien responsabilizó de los daños en la catedral a los sistemas de defensa aérea ucranianos.

*Con información de AFP.