Las sirenas volvieron a sonar en Israel como aviso de posibles nuevos ataques aéreos. La información preliminar indicaba que podría tratarse de una infiltración desde Líbano. Según informó The Times of Israel, la alerta se escuchó en Ma’a lot Tarshiha, ubicada a unos ocho kilómetros de la zona limítrofe con esa otra nación.
De acuerdo con CNN, no hay mayor claridad sobre si la supuesta infiltración estaba integrada por globos, drones, aviones u otros artefactos. Sin embargo, otros medios internacionales apuntaron a parapentes con, por lo menos, una persona a bordo.
Más temprano, el movimiento proiraní Hezbolá e Israel intercambiaron disparos, luego de que el grupo chiita lanzara un ataque con misiles desde el sur del Líbano. Esto como represalia por el fallecimiento de tres de sus militantes en bombardeos a comienzos de semana.
En su momento, Hezbolá precisó que atacó “con misiles teledirigidos una posición israelí” frente a la aldea fronteriza de Dhaira, “en respuesta a las agresiones sionistas del lunes” que derivaron en el deceso de algunos de sus integrantes.
Lula da Silva pide proteger a los niños
El presidente brasileño, Lula da Silva, pidió este miércoles que se garantice la protección de los “niños palestinos e israelíes”, blanco de esta guerra, y aprovechó para exhortar a la comunidad internacional a mediar en el conflicto y una salida pronta.
“Es urgente una intervención humanitaria internacional. Es urgente un alto el fuego para defender a los niños israelíes y palestinos”, dijo Lula, compartido en su cuenta de X. Para el mandatario, los menores “nunca deberían ser tomados como rehenes, en ningún lugar del mundo”.
“Es necesario que Hamás libere a niños israelíes secuestrados de sus familias. Es necesario que Israel pare el bombardeo para que niños palestinos y sus madres dejen Gaza”, zanjó.
El mandatario de Brasil, país que preside actualmente el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, llamó a unir fuerzas con el secretario del organismo, António Guterres, y la comunidad internacional para “poner fin a la violación de derechos humanos en Medio Oriente”.
Una aeronave de la Fuerza Aérea de Brasil aterrizó en la capital y en Río de Janeiro con 211 ciudadanos que lograron salir de Israel. Las autoridades informaron la muerte de dos ciudadanos durante el fin de semana, mientras una mujer permanece desaparecida.
Entre los pasajeros estaban “turistas, empresarios, escritores, pastores, productores de video y pensionados”, comunicó el Gobierno en una nota, que estaban en varias regiones de Israel y fueron incluidos en la operación Volviendo en Paz, anunciada el sábado cuando escalaron las hostilidades con Hamás.
“Nosotros veíamos los misiles”
“La salida (de Israel) fue un alivio muy grande. Todos los vuelos estaban siendo cancelados, y cuando comenzó la guerra, no teníamos expectativa de poder irnos”, dijo a la agencia AFP Laisa Matos, quien integraba los 211 repatriados.
En el aeropuerto de Brasilia, tras desembarcar de la aeronave KC-30, decenas de familiares recibían con abrazos de alivio y emoción a sus seres queridos. “Nosotros veíamos los misiles. Hubo dos situaciones en que tuvieron que ponernos en un refugio del hotel”, dijo Egon Laufer, otro repatriado, quien presenció el “pánico” en Israel.
Posteriormente, algunos repatriados continuaron rumbo a Río de Janeiro, en otros dos vuelos dispuestos por la Fuerza Aérea.
Un segundo trayecto fijó exactamente 214 plazas para ciudadanos que se encuentran en la zona de conflicto y está programado que salga esta misma jornada del aeropuerto de Tel Aviv. Su fecha estimada para arribar a Suramérica es el jueves en la madrugada.
Mientras tanto, otros 2.500 brasileños que se encuentran en la zona de guerra ya establecieron comunicación con las autoridades, pero no todos se mostraron interesados en ser evacuados. Se calcula que 14.000 brasileños residen en Israel y otros 6.000, en Palestina, según Itamaraty, sede del Ministerio de Exteriores.
*Con información de AFP.