El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) exigió en las últimas horas un mayor acceso a la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, ocupada por tropas rusas, para “conformar la ausencia de minas o explosivos”.

“Con la tensión y las actividades militares que se intensifican en la zona, nuestros expertos deben poder verificar los hechos en el terreno”, declaró en un comunicado el jefe de esa agencia de la ONU, Rafael Grossi, para quien resulta “crucial esclarecer la situación actual” ante las acusaciones de “provocaciones” o “ataques” por parte de ambos bandos en esa central.

Resulta “crucial esclarecer la situación actual” ante las acusaciones de “provocaciones” o “ataques” por parte de ambos bandos en esa central, agregó.

El personal del OIEA en Zaporiyia inspeccionó varias instalaciones de la central en los últimos días, “sin observar hasta el momento rastros de minas o de explosivos”, continuó. Los inspectores, sin embargo, no pudieron acceder a los techos de los reactores 3 y 4 ni a algunas zonas del sistema de enfriamiento de la planta.

El OIEA afirma que no constató señal alguna de cambios en el despliegue militar en la central ni bombardeos recientes en las proximidades. Ucrania acusó el pasado martes 4 de julio a Rusia de preparar una “provocación” en el lugar, en tanto que Rusia asegura que el ejército ucraniano alista un “ataque” de las instalaciones.

Las fuerzas armadas ucranianas aseguran que “objetos similares a artefactos explosivos fueron instalados” en los techos de los reactores mencionados por el OIEA. La detonación de esos dispositivos “no debería dañar los generadores, pero daría la impresión de bombardeos desde el lado ucraniano”, advierten las fuerzas armadas ucranianas.

El presidente de Ucrania y el líder de la OIEA hablaron del riesgo de la planta de Zaporiyia y llaman a su desalojo por parte de tropas rusas. | Foto: Twitter/ @rafaelmgrossi

Y es que los gobiernos de Ucrania y Rusia han vuelto a cruzarse acusaciones sobre la supuesta preparación de algún tipo de provocación en la central nuclear de Zaporiyia, considerada la mayor de Europa y tomada por las tropas rusas desde principios de marzo de 2023, con avisos sobre las potenciales consecuencias que tendría un supuesto ataque en estas instalaciones.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, reconoció que la situación es “bastante tensa”, ya que existe una “amenaza de sabotaje” por parte del “régimen de Kiev”. “Puede tener consecuencias catastróficas”, ha advertido ante los medios, aunque ha garantizado que “se están tomando medidas” para contrarrestar la amenaza, informa la agencia de noticias Interfax.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ya avisó de una posible “provocación”, aunque señaló a las fuerzas rusas. La inteligencia ucraniana habría detectado la colocación de artefactos explosivos en el tejado de la central, con vistas supuestamente a la simulación de un bombardeo que Moscú luego pudiese atribuir a Kiev.

La viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar, habló en su cuenta de Telegram sobre el riesgo de que haya algún tipo de “acto terrorista”, asumiendo que un país como Rusia es “capaz de cualquier cosa”, por muy “imprudente” que pueda parecer. Las autoridades de la zona ya han iniciado los preparativos para anticipar un posible incidente y han pedido a la población que confíe solo en fuentes oficiales para informarse.

Misión de expertos del OIEA visita la planta de energía nuclear de Zaporiyia. | Foto: Reuters

Moscú y Kiev ya se acusaron mutuamente de destruir parcialmente la presa de Jakovka, lo que derivó en graves inundaciones a orillas del río Dniéper. De hecho, Peskov ha aludido este miércoles a este caso para exponer lo que estarían dispuestas a hacer las fuerzas ucranianas con fines propagandísticos.

La empresa ucraniana Energoatom ha subrayado este miércoles 5 de julio que el nivel de agua en el estanque de refrigeración de la central nuclear de Zaporiyia, ocupada en el sur de Ucrania y controlada por las fuerzas rusas, es “estable”. También, ha apuntado que la situación “está bajo control” a pesar del impacto de la destrucción en junio de la presa de Kajovka, situada en la provincia de Jersón.

Un grupo de expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) se dirige en caravana a la planta nuclear de Zaporiyia, Ucrania, el jueves 1 de septiembre de 2022. (AP Foto/Andriy Andriyenko) | Foto: Copyright 2022 The Associated Press. All rights reserved

“A pesar de que los ocupantes rusos socavaron la presa hidroeléctrica de Kajovka, la situación es estable y está bajo control”, ha manifestado, antes de recalcar que a primera hora de este miércoles 5 de julio “el nivel de agua en el estanque de refrigeración de la central nuclear de Zaporiyia no ha cambiado”. “En la actualidad se sitúa en los 16,56 metros”, ha detallado.

En este sentido, ha apuntado que el nivel de agua en el canal que suministra agua al estanque es de 11,15 metros, al tiempo que ha hecho hincapié en que “el nivel de agua en el canal no ha caído de forma significativa en tiempos recientes”. “Sus indicadores no dependen ya del embalse de Kajovka”, ha explicado.

El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, habla con los medios en Kiev, Ucrania, el miércoles 31 de agosto de 2022. El organismo de supervisión nuclear de Naciones Unidas envió un equipo en una misión urgente para salvaguardar la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por Rusia y rodeada de combates en Ucrania. (AP Foto/Efrem Lukatsky) | Foto: Copyright 2022 The Associated Press. All rights reserved

“Es necesario recordar que hay unidades de la central nuclear de Zaporiyia que no operan desde septiembre de 2022, por lo que no ha tenido lugar una evaporación de agua en el estanque de refrigeración”, ha zanjado Energoatom.

Con información de AFP y Europa Press*