Varios científicos estadounidenses han alertado sobre la posibilidad de que los efectos del cambio climático contribuyan a la propagación de extraños patógenos de alto riesgo como la ameba Naegleria fowleri, conocida como ‘comecerebros’, y la bacteria Vibrio vulnificus, conocida como ‘comecarne’.
Estos microorganismos habitan principalmente en lagos o ríos y su mayor propagación ha sido identificada en ambientes cálidos, según resaltaron los expertos en un artículo de ABC News, en el que advirtieron que el cambio climático está “intensificando” la posibilidad de que estos patógenos se acerquen cada vez más a los humanos.
“(El calentamiento global) está intensificando la oportunidad de que estos seres dañinos se crucen en nuestro camino”, aseguró Melissa Baldwin, directora de una asociación de profesionales de la salud en Florida, en declaraciones citadas por el medio norteamericano.
La relación entre el cambio climático y la proliferación de estos microorganismos radica en que los periodos cada vez más largos de calor facilitan las condiciones para que la ameba Naegleria fowleri y la bacteria Vibrio vulnificus se desarrollen.
Las precipitaciones, que también tienen que ver con los efectos del cambio climático, son otro factor importante en la transmisión de dichos agentes infecciosos, debido a que generan desbordamiento de agua e inundaciones en las que se propicia un escenario ideal para la reproducción de los organismos.
De acuerdo con Sandra Gompf, especialista en enfermedades infecciosas y profesora de medicina en la Universidad del Sur de Florida, hasta hace varios años este tipo de patógenos eran muy extraños en Estados Unidos, debido a que las fuentes hídricas no registraban temperaturas lo suficientemente cálidas.
“Durante los últimos diez años se han diagnosticado cada vez más casos fuera de los niveles típicos”, alertó la especialista y profesora universitaria.
Justamente, a mediados del año pasado en Florida se presentó la reaparición de un nuevo caso de una persona que contrajo la ameba Naegleria fowleri, el agresivo microorganismo conocido como “comecerebros”, que desde 1962 ha ocasionado más de 140 muertes en Estados Unidos, aunque entre 2009 y 2018 solamente se habían reportado 34 casos en todo el país.
Los síntomas y riesgos
La ameba Naegleria fowleri invade los nervios olfatorios y transita hasta llegar al cerebro para alimentarse de células nerviosas, lo que se conoce como meningoencefalitis amebiana.
Además, provoca síntomas como fiebre, náuseas, vómito y dolor de cabeza, producto de una agresiva infección que puede causar la muerte en aproximadamente una semana.
La enfermedad generalmente puede ser contraída vía nasal cuando la persona se expone o tiene contacto con algunas fuentes hídricas, pues el microorganismo se encuentra principalmente en aguas dulces templadas o en aguas estancadas, por ejemplo, en lagos y lagunas.
Entre tanto, la bacteria Vibrio vulnificus puede provocar fascitis necrotizante, una grave infección en la que mueren los tejidos alrededor de una herida abierta, por lo que los infectados pueden llegar a requerir incluso atención en una unidad de cuidados intensivos o la amputación de alguna extremidad.
Esa bacteria ‘comecarne’ puede contraerse al comer ostras u otros pescados y mariscos crudos o que estén poco cocidos, así como a través de una herida abierta que entre en contacto con esos productos, sus jugos o salpicaduras.
El patógeno también puede contraerse al estar en contacto con el agua salada o salobre que contengan estos alimentos de mar. Las personas con afecciones subyacentes como diabetes, enfermedad hepática o inmunodeficiencia tienen más probabilidades de infectarse y de que la enfermedad se desarrolle de manera grave.
“Es probable que, a medida que aumenten las temperaturas, el agua se convierta en un ambiente más hospitalario para albergar organismos”, concluyó el médico Darien Sutton, colaborador médico de ABC News.