Con el estilo irónico y directo que le caracteriza, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, mejor conocido como AMLO, se pronunció, en medio de su acostumbrada rueda de prensa matutina, sobre el proceso interno que se cumplió en los sectores políticos de oposición para la designación de su candidata única a las elecciones presidenciales de 2024, resultando triunfadora la senadora Xóchitl Gálvez.
Al conocer la elección de la candidata, reconocida por sus fuertes posiciones de derecha, AMLO advirtió que el proceso surtido por los sectores opuestos a su gobierno respondió, según lo vaticinado por él, a un trámite que calificó de “farsa”, señalando que México pudo apreciar una verdadera ‘comedia’ para la selección de esta aspirante presidencial.
“Gané la apuesta”, sentenció con especial ironía el mandatario, quien aprovechó la oportunidad para atacar en tono burlón a sus detractores, y acusar de ‘histórico’ el entramado político que se surtió en el proceso de elección, en el que Xóchitl Gálvez, finalmente contó con el apoyo de todos los partidos de la coalición, incluso antes de que se cumpliera el proceso inicialmente propuesto para la ‘elección’ del candidato.
Para AMLO, lo visto en el proceso no tiene antecedentes, reforzando su postulado de la existencia de ‘una farsa’, al advertir que la nominación de Gálvez “ya estaba decidida por parte de las cúpulas”.
En ese sentido, para AMLO, la decisión de que todos los partidos de oposición apoyen a Gálvez se derivó de la existencia de cargas desiguales e intereses amañados al interior de los sectores de oposición, sugiriendo que a esos partidos les pesa más la posición de sus dirigentes que la opinión de sus bases y electores.
Así, el presidente advirtió que el proceso que mostró la oposición a sus electores en el marco de la designación de Gálvez, respondió a una ‘simulación’.
“Hay votos que cuentan y votos que pesan”, dijo el dirigente, que no podrá aspirar a su reelección tras cumplir el próximo año su quinquenio en el poder; un gobierno marcado por la agudización del conflicto con las bandas criminales, la fallida política de ‘Menos balazos y más abrazos’, y la consecución de cifras históricas en su tasa de homicidios.
En medio de su intervención, el presidente López Obrador propuso que el proceso ya estaba cuadrado, y que los otros aspirantes fueron objeto de un escenario en que todos ‘fueron bajados’ de su nominación para finalmente entregar el apoyo unificado de todos los sectores a la candidata previamente elegida por las cúpulas.
En declaraciones recogidas por medios locales en su país, y entregadas en el marco de “La mañanera”, AMLO sentenció que “no me meto en eso, nada más es decirles que es lamentable porque es un asunto cupular, arriba”.
Para AMLO, lo sucedido por parte de la oposición es “claro y descarado”, señalando que la premeditación de la elección de Gálvez llevó a que incluso el proceso planteado fuera inconcluso gracias a la definición ‘a punta de declinación’.
Así, en un anticipo a los ataques que marcarán el debate electoral del 2024, AMLO sentenció que el candidato de derecha, sea el que sea, terminará, en virtud de su elección, “al servicio de los de arriba”, señalando, que este será “un empleado” de las élites.
Con la designación de Gálvez como candidata del llamado Frente Amplio, conformado por sectores como el PRI, el PAN y el PDR, medios mexicanos vaticinan que la elección presidencial de 2024 podría tener a dos candidatas mujeres como las más opcionadas, luego de que se confirmara que la exalcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, sobrepasa en preferencias al excanciller Ebrard, como opción a respaldar por parte del oficialismo.