“Fue uno de los acuerdos del encuentro de ayer, el que se promueva el diálogo bilateral entre Estados Unidos y Cuba para ponerse de acuerdo y resolver los temas pendientes, sobre todo lo relacionado con el bloqueo a Cuba, que afecta mucho a la población”, señaló el mandatario durante su habitual rueda de prensa matutina.
El presidente López Obrador tiene previsto abordar este importante tema con su homólogo estadounidense, el presidente Biden, en el contexto de la cumbre de Asia-Pacífico programada para llevarse a cabo del 15 al 17 de noviembre en la ciudad de San Francisco, Estados Unidos. Esta reunión cobra una relevancia especial en el marco de los desafíos que enfrenta la región en cuanto a la migración y la cooperación internacional.
El pasado domingo, un grupo de países, entre los que se incluyen naciones como Cuba y Venezuela, se congregaron en México para discutir el crecimiento en el flujo de migrantes en la región. Durante esta cumbre, que tuvo lugar en la pintoresca localidad de Palenque en el sur de México, se hizo un llamado conjunto a las naciones receptoras de migración irregular, como es el caso de Estados Unidos, para que revisen sus políticas migratorias, que han sido señaladas como inconsistentes y selectivas.
En el marco de este encuentro, el presidente López Obrador destacó la importancia del diálogo y la cooperación entre los países involucrados en el tema migratorio y subrayó que cada uno de ellos buscará entablar conversaciones con Estados Unidos para abordar este asunto.
La excepción es Cuba, y en este sentido, se acordó promover un diálogo específico entre Cuba y Washington, con la esperanza de fomentar un entendimiento y buscar soluciones colaborativas en un tema que impacta profundamente en la región. Esta iniciativa refleja el compromiso de buscar vías pacíficas y constructivas para abordar los desafíos migratorios.
“Ojalá y se inicie lo más pronto posible (diálogo) esto por razones fundamentalmente humanitarias”, dijo. López Obrador calificó de “fructífera” la cumbre a la que asistieron sus pares de Venezuela, Nicolás Maduro; de Cuba, Miguel Díaz-Canel; de Colombia, Gustavo Petro, y de Honduras, Xiomara Castro. Al encuentro también acudió el primer ministro haitiano, Ariel Henry, y funcionarios de Belice Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Panamá.
Durante la cumbre, se llegó a un consenso firme, donde se acordó la toma de una serie de decisiones cruciales, marcando un compromiso compartido para brindarse apoyo mutuo. Este encuentro adquiere una importancia notable dado el contexto actual de un aumento sostenido en el flujo de migrantes procedentes de diversos países de América Latina que buscan desesperadamente llegar a los Estados Unidos.
La crisis migratoria, caracterizada por la huida de la violencia y la pobreza, se ha convertido en uno de los desafíos más apremiantes que enfrenta la administración del presidente Biden, con serias implicaciones políticas de cara a su posible reelección en 2024.
En este sentido, el presidente Biden se enfrenta a un escenario político complicado, ya que los republicanos, y en ocasiones incluso algunos de sus aliados, le han formulado acusaciones constantes de fracaso en el abordaje de la crisis migratoria.
Las críticas han arrojado un manto de incertidumbre sobre su perspectiva de reelección, mientras el país observa atentamente las acciones y políticas implementadas para hacer frente a esta compleja situación.
La cumbre y sus resoluciones buscan aportar soluciones y medidas conjuntas que atiendan a las causas y consecuencias de la crisis migratoria, en un esfuerzo por encontrar una vía hacia la estabilidad y la seguridad en la región.
*Con información de AFP.