Las tensiones entre Taiwán y China no disminuyen, recientemente el Ministerio de Defensa de la isla registró 71 aviones militares del Ejército Popular de Liberación chino y siete buques de guerra alrededor de las costas de Taiwán.

Lo anterior ha sido tomado como un nuevo motivo para que las fuerzas militares de Taiwán prevean una posible invasión a futuro, como lo ha dicho el ministro de Exteriores del país, Joseph Wu.

“Lo que ha hecho China en esta temporada navideña es precisamente la razón por la que Taiwán ha de fortalecer sus capacidades de defensa. Solo la preparación puede disuadir a los agresores de un intento de invasión. Y rendirnos no es una opción para nosotros. ¡Nunca!”, dijo el canciller en su cuenta de Twitter.

Como modo de respuesta, la cartera de Defensa envió aviones militares, buques de la Armada y sistemas de misiles terrestres para supervisar las actividades del gigante asiático.

En medio de este ir y venir de ataques y ante el miedo de una presunta invasión china a territorio Taiwanés, el gobierno ha decidido extender de cuatro meses a un año el periodo de servicio militar obligatorio.

La encargada de anunciar esta nueva medida a todos los ciudadanos fue la presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, quien aseguró que la decisión entrará en vigor desde el 1 de enero de 2024, para mejorar la capacidad de combate ante posibles ataques por parte de Pekín.

El Ministerio de Defensa aseguró en su cuenta de Twitter: “No buscamos el conflicto, pero nos mantenemos firmes en la defensa de nuestra soberanía y democracia”.

Seguido a este anuncio, la jefa de Estado también prometió incrementar el salario de los reclutas, después de una larga jornada de reuniones con funcionarios de alto rango militar para abordar asuntos de seguridad y economía de la isla, según ha recogido la agencia taiwanesa de noticias CNA.

“Nadie quiere una guerra. Solo estar preparados para la guerra puede evitarla. Mientras Taiwán sea suficientemente fuerte, no se convertirá en un campo de batalla”, dijo la presidenta Tsai Ing Wen, asegurando que la decisión no ha sido fácil, reconociendo que las autoridades mantienen su determinación a la hora de proteger al país.

El ministro de Exteriores de China, Wang Yi, instó a Estados Unidos a trabajar “para establecer los pilares y una base sólida para un crecimiento sano y estable” de las relaciones entre ambos países.

Por su parte, el jefe de la CIA, William Burns, aseguró que China podría atacar Taiwán en los próximos años, alegando que el presidente chino, Xi Jinping, “se está preparando para una guerra” en su ambición de unificar la isla al territorio chino.

“No estoy seguro de medirlo en términos de meses o de un año (...). La respuesta honesta es que, cuanto más nos adentramos en esta década, mayores serán los riesgos de un conflicto militar”, dijo Burns.

Las relaciones entre China y Taiwán quedaron suspendidas en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista chino Kuomintang, encabezado por Chiang Kai Shek, sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista de China y se trasladaran a la isla de Taiwán.

El gigante asiático considera a Taiwán como su provincia rebelde, pese a que la isla ha declarado su independencia y cuenta con el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea.

*Con información de Europa Press.