En medio de los esfuerzos que adelantan instituciones como la Cruz Roja Internacional para la atención de poblaciones migrantes en países como Panamá, trascendió que el CICR, de cara a la problemática de alto número de viajeros ilegales que fallecen en su intento por cruzar la selva del Darién, ha dispuesto la construcción de una cripta especial en ese país, para dar una debida sepultura a dichos cadáveres.
Según detallan medios internacionales, sería un centenar de criptas las entregadas este 9 de marzo por referida organización, ante el elevado número de víctima que se han identificado en los últimos meses.
Las tumbas dispuestas por el CICR para dichas poblaciones se ubicaron en inmediaciones del cementerio de la municipalidad de la aldea El Real de Santa María, zona ubicada a cerca de 300 kilómetros de Ciudad de Panamá, capital de ese país, paso obligado para miles de migrantes que sueñan con atravesar Centroamérica para llegar hasta Estados Unidos en medio de una travesía que pocos logran ‘coronar’.
Según reportó la propia CICR, si bien la organización fue la encargada de su construcción, esta administración ahora quedará en manos del Estado panameño que deben dar atención a la desbordada cifra de migrantes que llegan hasta ese país tras cruzar la selva del Darién, espacio que conecta los territorios de Colombia y Panamá.
En declaraciones recogidas por medios internacionales como la AFP, Marisela Silva Chau, jefe de la Delegación Regional del CICR, explicó que en total son 100 los niños dispuestos en el referido cementerio para la inhumación de quienes fallecen en la ruta, recordando que el alto número de estos muertos ya desborda las morgues de Panamá debido a que los dolientes pocas veces acuden a reclamarlos.
En dichas criptas, los cadáveres no contarán con féretros, sino que se estima que serán depositados allí en bolsas, no sin antes haber procurado su identificación, con el objetivo de inhumarlos y entregarlos si así fuere necesario.
Según las declaraciones del director del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, José Vicente Pachar, el país y la referida ONG han abogado porque se pueda cumplir con “dar un trato digno y con respeto a los fallecidos”, hecho consignado en los estándares internacionales.
La selva del Darién, la inclemente prueba del paso de Sudamérica a Centroamérica es un territorio marcado por una extensión de cerca de 575.000 hectáreas de selva plagada de sus peligros propios como animales salvajes, ríos caudalosos y grupos criminales, donde, si bien los riesgos son conocidos, es la apuesta de al menos 58.000 personas en lo corrido del más reciente año.
Se estima que en 2022, 248.000 migrantes cruzaron este territorio con el objetivo de cumplir con el sueño americano.
Sobre la naturaleza u origen de la mayoría de los migrantes que perecen en esta travesía, medios internacionales refieren que se trata de migrantes de diversos orígenes entre los que se destacan haitianos, venezolanos y ecuatorianos.
No obstante, en los registros también aparecen personas de nacionalidad China e India, e incluso algunos nacionales llegados de Camerún y Somalia, casos en los que, si perecen, difícilmente se logra ubicar a sus familiares.
En tanto la selva es un territorio lleno de peligros, pocos son los registros cercanos que se logran tener sobre el número de personas que realmente perecen en el camino, no solo por el riesgo de la zona, sino también porque no hay interés en denunciar su muerte; en tanto otros migrantes no van a quedar en evidencia revelando sus casos.
Otro de los factores es que sus cueros muchas veces terminan desapareciendo por acción de los mismos animales salvajes que ocupan esos territorios.
La construcción de estas criptas, según refiere la AFP, contó con el visto bueno de miembros de la propia comunidad, pese al riesgo de que el hecho signifique la masiva llegada de extranjeros que acudan en busca de sus desaparecidos.
Los habitantes locales, según afirma la AFP, han encontrado empatía en muchos de los casos, lo que les ha hecho querer también contribuir con el drama de estos migrantes que si bien lo han dejado todo, muchas veces no alcanzan su sueño.
*Con información de la AFP.