Frente a las preocupaciones de posibles conflictos con China, Estados Unidos y Japón acordaron un tratado de seguridad y defensa aplicado al espacio para frenar las provocaciones del Gobierno chino.
Semanas después de desvelar sus planes para aumentar el gasto en defensa, Japón envió a Washington a sus ministros de Defensa y de Relaciones Exteriores, y ambos países emitieron un comunicado conjunto en el que prometen “modernizar la alianza para abordar el entorno de seguridad cada vez más intenso”.
Este acuerdo y los diálogos para llegar a ello se producen dos días antes de que el primer ministro Fumio Kishida visite Estados Unidos en el marco de una gira por los países del Grupo de los Siete para inaugurar la presidencia japonesa este año del selecto club de las democracias industriales.
Conforme China logra rápidos avances en satélites, Estados Unidos y Japón advirtieron en su declaración que “los ataques hacia, desde o dentro del espacio presentan un claro desafío para la seguridad de la alianza”, que podría invocar el Artículo Cinco de su tratado de defensa mutua, que contempla que un ataque a uno se toma como un ataque a ambos.
El jefe del Pentágono, Lloyd Austin, informó que Estados Unidos desplegará una nueva unidad móvil de Marines en la isla de Okinawa, en el sur de Japón y estratégicamente cerca de Taiwán, para reforzar la defensa del país.
“Vamos a reemplazar un regimiento de artillería por esta fuerza que será más letal y más móvil” para 2025, declaró Austin.
“Estamos de acuerdo en que la República Popular China es el mayor desafío estratégico común al que nos enfrentamos nosotros, nuestros aliados y nuestros socios”, declaró por su parte el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en rueda de prensa con su homólogo japonés, así como con los ministros de Defensa de los dos países.
El ministro de Relaciones Exteriores, Yoshimasa Hayashi, afirmó que Estados Unidos y Japón tienen juntos “la visión de una alianza modernizada para adquirir la postura que nos permita ganar en la nueva era de la competencia estratégica”.
¿Qué pasa con Taiwán?
Okinawa alberga a más de la mitad de las 50.000 tropas de Washington en el archipiélago japonés.
Hayashi afirmó que el gobierno japonés seguiría trabajando para abordar la preocupación de los residentes.
El encuentro se produce semanas después de que Tokio anunciara una importante revisión de su doctrina de defensa y el cálculo de Japón ha cambiado estando China bajo la presidencia de Xi Jinping.
Japón, que ha calificado a China de “desafío estratégico sin precedentes” para su seguridad, aprobó en diciembre una revisión que incluye un enorme aumento del gasto militar en cinco años.
Se trata de un importante punto de inflexión para el país, cuya constitución pacifista, adoptada tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial, le prohíbe en principio disponer de un ejército de pleno derecho.
China reclama a Taiwán, una democracia autónoma, como parte de su territorio y el año pasado efectuó maniobras consideradas como un ensayo de invasión, tras una desafiante visita a Taipéi de Nancy Pelosi, entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
“No voy a cuestionar al Sr. Xi, pero lo que sí le diré es que lo que estamos viendo recientemente es un comportamiento muy provocador por parte de las fuerzas chinas”, declaró Austin.
“Creemos que se esfuerzan por establecer una nueva normalidad, pero si eso significa o no que una invasión es inminente, ya saben, lo dudo seriamente”, dijo.
Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, dijo en una rueda de prensa este jueves que “al llevar a cabo la cooperación militar bilateral, Estados Unidos y Japón deben asegurarse de que no daña los intereses de una tercera parte o la paz y la estabilidad regionales”.
*Con información de AFP.