En medio de la conmoción mundial que se ha suscitado por cuenta de la muerte Isabel II de Inglaterra, y anticipándose a las consecuencias que algunos analistas internacionales han advertido como posibles hechos derivados de la muerte de la monarca en los países en los que ella operaba como jefe de Estado, este fin de semana se conoció el primer caso de un país que realizará un referendo para preguntar a la ciudadanía si está de acuerdo con seguir bajo la monarquía británica, o si por el contrario, optarán por convertirse definitivamente en una democracia independiente.
Dicho país se refiere a Antigua y Barbuda, ubicado en el Caribe, cuyos líderes, tras conocer la muerte de Isabel II, anunciaron que, en máximo tres años, desarrollarán un referendo para que sea la población la que defina la continuidad o no de este país bajo la estructura de la monarquía británica.
Sobre el anuncio del referendo, este fue realizado puntualmente por el primer ministro de ese país, Gaston Browne, quien advirtió que la propuesta no debe ser vista como un ‘acto hostil’ en contra de la monarquía, sino simplemente como el fin de una era, y la oportunidad de decidir con la menor cantidad de traumatismos si se cierra el círculo en favor de dejar de depender del Reino Unido, y por el contrario, convertirse en un país ‘realmente soberano’.
En medio de la conmoción, en la que se han oído rumores de una voluntad similar de otros estados de los que Isabel II también obró como jefe de Estado, el primer ministro de Antigua y Barbuda hizo la precisión ante medios británicos, buscando disolver la visión referente a que se pudiera tratar de una acción hostil o violenta contra la corona, o contra quien actualmente ha asumido como rey: también su monarca, Carlos III.
En el caso de Antigua y Barbuda, este país se independizó del Reino Unido a comienzo de la década de los años ochenta; no obstante, había mantenido un modelo de poder en el que seguían estando bajo la influencia del Reino Unido, conservando incluso a la reina como su jefe de Estado; caso similar al de otros países como Jamaica, que estaría barajando una posibilidad similar.
Esta serie de iniciativas se enmarcan, además de la muerte de la reina, en la falta de simpatía por el nuevo rey y por el desgaste mismo del modelo de poder, que ha comenzado a ser rechazado por diversos sectores en los últimos años.
En el caso de Antigua y Barbuda, se ha advertido que, según el plan de referendo independentista que se ha planteado y podría ser el que se lleve a cabo, el país plantea eliminar la monarquía, pero apunta a seguir siendo miembro de la mancomunidad de naciones británicas o Commonwealth
Pese a la existencia de la iniciativa independentista en el caso de Antigua y Barbuda, con ocasión de la muerte de la reina, su primer ministro sí se comunicó con el nuevo rey Carlos III, para expresarle su voz de condolencias, destacando el papel cumplido por la fallecida líder mundial, advirtiendo que, durante las siete décadas en el poder, la líder mundial se supo ganar el respeto y cariño de los países que lideraba.
“El liderazgo de su majestad en la Mancomunidad de Naciones ha sido magnífico, uniendo las manos de los estados de habla inglesa de todos los continentes y regiones”, señaló el dirigente, en declaraciones recogidas por medios internacionales.
Al igual que Antigua y Barbuda, varios estados caribeños que mantienen ese mismo modelo de poder, en tanto excolonias británicas, han anunciado que abrazarían la idea del republicanismo, siguiendo el modelo de otros Estados que se adelantaron a ello, como el caso de Barbados.