: ¿Qué piensa del caso contra Alberto Fernández por violencia de género?

Luis D’Elia (L. D.): Bueno, yo trabajé dos años con Alberto Fernández. Cuando salí, él me pidió que lo ayudara en la divulgación de algunos temas. Trabajé en política, hasta que, bueno, empezaron a circular estos rumores sobre que ejerció violencia con su esposa. El anterior domingo me llamó por teléfono para explicarme que él nunca había ejercido violencia, que era una maniobra, una operación, una mentira, que él era incapaz de hacer eso. En fin, hablamos media hora por teléfono y la cosa quedó ahí. A los cuatro días, el jueves, aparecieron los videos y las fotos.

SEMANA: ¿Qué pasó luego de que conoció estas pruebas?

L. D.: La verdad, me sentí profundamente estafado y traicionado, porque allí se ve claramente cómo él ejerce la violencia contra su compañera. Sentí mucha indignación, más que una diferencia política, es una diferencia moral con él. Y puse en la red X: “Alberto Fernández, si tuviera un poco de dignidad, tendría que encerrarse en su dormitorio, hacer una carta para pedirle perdón a Fabiola, a sus hijos, a sus compañeros de militancia política actual país, al pueblo argentino y pegarse un tiro en la cabeza”.

Eso tuvo 3 millones de vistas, tuvo un altísimo impacto, y me parece que él nunca va a hacer eso porque es el típico narcisista que ejerce la violencia conyugal y después la niega, un tipo que manipula, que miente, que es capaz de pegarle una patada en el vientre a su esposa para que pierda un bebé, ¿qué calificativos se merece eso?

El presidente argentino Alberto Fernández hace gestos durante una ceremonia oficial en la Casa Rosada el 25 de abril de 2023. La denuncia de violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández por parte de su expareja el 6 de agosto. | Foto: AFP or licensors

SEMANA: ¿Tuvo alguna respuesta de parte de Alberto Fernández?

L. D.: Dos horas después que puse ese mensaje, él me mandó dos mensajes de WhatsApp, que también publiqué en las redes. Uno diciendo: “¿Cómo podés creer que yo haga esto?”, y el otro diciéndome: “Bueno, hablá conmigo porque me voy a matar”. Es la misma manipulación que le hacía su esposa: si no haces tal cosa me voy a tirar este del piso 11 donde él vivía. Este es un verdadero disparate.

Después, pude mirar y recordar suicidios en la Argentina, como Leandro Alem, el fundador de radicalismo, el doctor Favaloro, una figura prestigiosa en nuestro país. En Chile, Salvador Allende. Alan García en Perú, quienes acorralados por la historia y en las propias contradicciones, eligieron el camino de la dignidad y se pegaron un tiro. Pero a este no lo veo un tipo digno, lo veo negando los hechos y culpando a su pareja golpeada que vivió ocho años de un gran calvario.

La denuncia por violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández, con la difusión en la prensa local de presuntos chats y fotos donde se ve a la ex primera dama con moretones, conmociona a Argentina y ha desatado una crisis profunda en la ahora oposición. | Foto: AFP or licensors

SEMANA: ¿Qué consecuencias políticas podría tener este caso para la izquierda argentina?

L. D.: Yo creo que las consecuencias son para la democracia, no para el peronismo. Estamos viviendo una situación muy parecía a la de 2001, Alberto Fernández hace esto que es inexplicable y genera un profundo repudio social, pero Macri tiene 244 imputaciones penales ligadas a la corrupción. Milei encabeza un proyecto económico este del sionismo buitre que deja al 80 % de la población argentina esté afuera y de la peor manera hoy se han eliminado todas las políticas compensatorias y un millón de niños argentinos se van a la cama sin comer, hay 42 mil comedores abandonados a su suerte, un criminal. Cristina Fernández, una persona sectaria, soberbia, excluyente y es responsable de todas las derrotas. Hoy empieza a sonar el “que se vayan todos, que no queden ni uno solo”.

SEMANA: ¿Qué mensaje le daría usted a Alberto Fernández?

L. D.: Que el único camino en la dignidad, pero él no tiene dignidad. Por eso va a seguirle echando la culpa a su joven esposa. Este en realidad yo me equivoqué. El tiro ya se lo pegó, es un cadáver político en la República Argentina.