“Ninguna de las partes en un conflicto está por encima del derecho humanitario internacional”, dijo Guterres, tras recordar que incluso la guerra “tiene reglas”.
El secretario general de la ONU condenó al grupo islamista Hamás por el atentado del 7 de octubre en territorio israelí, que dejó 1.400 muertos, la mayoría civiles, pero al mismo tiempo recordó que la población palestina ha sido objeto de “56 años de ocupación sofocante”.
“Han visto como su tierra era devorada sin cesar por los asentamientos y asolada por la violencia; su economía, asfixiada; su población, desplazada y sus hogares, demolidos. Sus esperanzas de una solución política a su difícil situación se han ido desvaneciendo”, dijo Guterres ante un concurrido Consejo de Seguridad de alto nivel, que no aprueba una resolución sobre el conflicto entre Israel y Hamás desde 2016.
“Señor secretario general, ¿en qué mundo vive?”, le reclamó el canciller israelí Eli Cohen, tras recordar que Israel “no solo tiene el derecho de defenderse, tenemos también el deber de hacerlo”.
“Sin ninguna duda, no es el nuestro”, se respondió a sí mismo tras mostrar fotos de los ataques de Hamás contra civiles, mientras el embajador israelí ante la ONU Gilad Erdan denunciaba en X (antes Twitter) el “discurso chocante” de Guterres, al que acusó de ser “comprensivo ante el terrorismo y los muertos” de Hamás.
Para el canciller palestino, Riyad al Maliki, la inacción del Consejo de Seguridad, que no ha logrado alcanzar una posición unida sobre la guerra entre Israel y Hamás, es “imperdonable”, porque “tiene el deber de pararlas”.
“¿Acaso su conciencia humana no está herida por los crímenes de la ocupación israelí durante 56 años de ocupación colonial, o por los asesinatos terroristas, la destrucción y el hambre a los que está sometida hoy la población palestina?”, expresó.
La semana pasada, el Consejo de Seguridad, habitualmente dividido sobre la cuestión israelí-palestina, no logró ponerse de acuerdo sobre ninguno de los dos textos de resolución que estaban sobre la mesa, propuestos por Rusia y por Brasil, porque no mencionaban a Hamás, (el primero) o porque no reconocía el derecho de Israel a defenderse (el segundo, vetado por Estados Unidos).
Un tercer texto, redactado por los estadounidenses, circula entre los estados miembros, según fuentes diplomáticas. El texto visto por AFP afirma “el derecho de todos los Estados a la autodefensa individual o colectiva”.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, recordó en su intervención este martes el “derecho imperativo” de todos los estados a defenderse del terrorismo, sin mencionar explícitamente a Israel, y alertó sobre la propagación del conflicto.
El canciller brasileño, Mauro Vieira, cuyo país preside este debate, recordó que los “civiles deben ser respetados y protegidos en todo momento y en todo lugar”, y subrayó que todas las operaciones militares deben “respetar los principios de distinción, proporcionalidad, humanidad, necesidad y precaución”.
Alto el fuego humanitario
El jefe de la ONU también exigió un “alto el fuego humanitario inmediato” para aliviar el “sufrimiento épico” de la población de Gaza, que este fin de semana empezó a recibir ayuda humanitaria, “una gota en un océano de necesidades”, recordó.
“La población de Gaza necesita un suministro continuo de ayuda a un nivel que se corresponda con las enormes necesidades. Esa ayuda debe entregarse sin restricciones”, sostuvo cuando se cumple el 78 aniversario de la creación de Naciones Unidas.
Los suministros de combustible de la ONU en Gaza “se agotarán en cuestión de días”, lo que sería “otro desastre” porque, sin combustible, la ayuda no puede entregarse, los hospitales no tienen electricidad y el agua potable no puede purificarse ni bombearse, recordó.
Desde los atentados de Hamás, el ministerio de Defensa israelí decretó el bloqueo de toda entrada de bienes, incluido el corte de electricidad, agua, alimentos y combustible, y bombardea el territorio, causando, según las autoridades gazatíes, la muerte de más de 5.000 personas, entre ellos, más de 2.000 niños y la destrucción de viviendas e infraestructuras.
Cerca de 1,4 millones de personas han sido desplazadas en el pequeño territorio, recordó Lynn Hastings, coordinadora humanitaria de la ONU para el territorio palestino ocupado. De ellos, unos 600.000 están alojados en albergues de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos UNWRA.
“El riesgo de un deterioro significativo de la situación en los Territorios Ocupados o la propagación del conflicto en la región sigue siendo importante”, advirtió Tor Wennesland, coordinador especial para el proceso de paz de Medio Oriente, tras recordar que la violencia en Cisjordania, incluido Jerusalén Este, “ha aumentado desde el estallido de la guerra”.
*Con información de AFP.