El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, urgió a Rusia a que “abandone la vía de la guerra” al describir el escenario de un ataque contra Ucrania que Washington considera inminente.

“Estoy aquí hoy, no para empezar una guerra, sino para prevenir una”, dijo en el Consejo de Seguridad de Nueva York, antes de precisar que le había propuesto a su homólogo ruso Serguéi Lavrov una reunión “la semana próxima en Europa”.

“No tengo ninguna duda de que la respuesta a mis declaraciones aquí es que el Gobierno ruso lo negará”, dijo Blinken.

“El Gobierno ruso puede anunciar hoy” que “Rusia no va a invadir Ucrania, decirlo claramente, decirlo al mundo entero y después demostrarlo devolviendo sus soldados, sus carros, sus aviones a los cuarteles y hangares, y enviando sus diplomáticos a la mesa de negociación”, afirmó.

“En los próximos días, el mundo recordará este compromiso o el rechazo a hacerlo”.

“Nuestras informaciones muestran claramente que” las fuerzas rusas en las fronteras ucranianas, “incluidas fuerzas terrestres y aviones, se preparan para lanzar un ataque contra Ucrania en los próximos días”, añadió.

El funcionario describió el escenario que prevén los servicios de inteligencia de su país, que incluye ataques de “misiles y bombas” contra Ucrania, “ciberataques” contra las “instituciones ucranianas clave” e incursiones de “carros y soldados contra objetivos clave”, incluida la capital ucraniana, Kiev.

Estados Unidos recibió respuesta de Rusia

Antes, Estados Unidos recibió una respuesta por escrito de Rusia ante sus propuestas de negociaciones sobre seguridad en Europa para calmar la crisis.

La respuesta le fue entregada al embajador estadounidense en Rusia, John Sullivan, en Moscú, dijo un alto funcionario norteamericano.

El Departamento de Estado había reafirmado el miércoles 16 de febrero que el jefe de la diplomacia estadounidense estaba listo para reunirse con su homólogo ruso, una vez esta carta hubiera sido recibida y analizada. Lavrov ha prometido hacer “público” el contenido del documento.

Washington había presentado sus propias propuestas por escrito el 26 de enero, pero rechazando las principales demandas rusas formuladas en borradores de tratados presentados en diciembre de 2021, incluida la garantía formal de que Ucrania nunca se adherirá a la Otan y la retirada de algunas fuerzas de la Alianza estacionadas a las puertas de Rusia.

Estados Unidos, por su parte, propuso discusiones sobre el despliegue de misiles en Europa y sobre limitaciones mutuas a las maniobras militares.

El mensaje estadounidense de enero sugiere “compromisos recíprocos por parte de Estados Unidos y Rusia de no desplegar sistemas de lanzamiento de misiles ofensivos basados en tierra y fuerzas de combate permanentes en territorio ucraniano”.

Washington también plantea que Moscú inspeccione ciertas infraestructuras militares que le preocupan en Europa y asegura que está listo para discutir la “indivisibilidad de la seguridad”.

El Kremlin se basa en este concepto para exigir la retirada de la Otan de su vecindad, argumentando que la seguridad de unos no puede lograrse a costa de la de otros, a pesar del derecho de cada Estado, y por tanto de Ucrania, a elegir sus alianzas.