Nicaragua continúa en el ojo del huracán por las declaraciones del Gobierno sobre presidentes y funcionarios de la región, con quienes mantiene un ambiente “rojo” de relaciones. Los pedidos de países como Estados Unidos para que se libere a presos políticos han “exacerbado” aún más los ánimos.

La segunda en el Poder Ejecutivo de Nicaragua, Rosario Murillo, reiteró que la administración de Daniel Ortega mantiene el rechazo frente a la designación de Hugo Rodríguez como nuevo embajador en el país centroamericano. Murillo enfatizó: “aquí no entra”.

La también esposa del mandatario nicaragüense catalogó de “insólito” el nombramiento de Rodríguez. “Este señor es un insigne injerencista”, aseguró, luego de que el Senado estadounidense diera luz verde para que él entrara a reemplazar a Kevin Sullivan.

Al dar lectura a un comunicado de la Cancillería, Murillo insistió en que esa era su “posición inclaudicable’', y agregó: “Repetimos, no será bajo ninguna circunstancia admitido en nuestra Nicaragua (...) así que lo tienen claro los señores imperialistas”.

Luego de que se aprobara un proyecto de ley que evitara un cierre del Gobierno a nivel federal, la Cámara Alta de Estados Unidos avaló también a otros candidatos que representarán al país. En el caso de Belice estará a cargo Michelle Kwan, para Canadá se designó a Mari Carmen Aponte y, finalmente, en Kirguistán estará Lesslie Viguerie (según apuntó el diario The Hill).

En lo que concierne a Rodríguez, Daniel Ortega le quitó “su beneplácito”, luego de que ante el Comité de Exteriores del Senado estadounidense este pidiera a Nicaragua volver a la democracia y frenar las violaciones a los derechos humanos, según confirmó en un comunicado el ministro de Exteriores nicaragüense, Denis Moncada.

El gobierno centroamericano basó su decisión aludiendo a que, de acuerdo con la Convención de Viena, el embajador “no puede involucrarse en temas nacionales que son propios de las y los nicaragüenses y mucho menos irrespetar, ofender, humillar, amenazar, protagonizar o ser factor de injerencia o intervencionismo en los asuntos internos de nuestro país”.

Durante su intervención en el Congreso, Hugo Rodríguez se comprometió a “trabajar con el Congreso, colegas interinstitucionales y socios internacionales para presionar por el retorno a la democracia, el respeto de los Derechos Humanos y la libertad de los presos políticos” y afirmó que son miles las personas en calidad de “refugiados” debido al “fracaso del gobierno de Ortega para atender las necesidades básicas de las personas”.

La “pulla” de Ortega con la Iglesia católica

Esta semana, Daniel Ortega se descargó contra la Iglesia católica al señalarla de ser una “dictadura perfecta” y “usar” a sus obispos para orquestar “un golpe de Estado” en la nación centroamericana. También se cuestionó: “¿Desde cuándo los curas están para dar un golpe de Estado? ¿Desde cuándo tienen autoridad para hablar de democracia?”.

El mandatario también dijo que “si van a ser democráticos, que empiecen a elegir con el voto de los católicos” y agregó que la institución estaba basada en una “tiranía perfecta”.

“La Santa Iglesia Católica quemando, matando, incinerando, persiguiendo, organizando cruzadas para asesinar a los que no compartían su credo. Bendiciendo y dando una santa ordenanza cuando los conquistadores invadieron nuestras tierras”, puntualizó Ortega, según recogió el medio TeleNica Canal 8.