Pequeños cambios ya se empiezan a ver en la vida cotidiana en Israel y Emiratos Árabes Unidos tras el anuncio del jueves pasado de un acuerdo de paz entre los dos países. Desde el domingo, por primera vez, ambas naciones tienen conexión telefónica directa. Los ministros de exterior de los dos gobiernos la estrenaron y anunciaron que próximamente se reunirán. Emiratos Árabes Unidos se convirtió el jueves en el primer país del Golfo en normalizar las relaciones con Israel, tras un histórico acuerdo promovido por Estados Unidos. Con el pacto, los dos países establecen relaciones diplomáticas, poniendo sus respectivas embajadas en el territorio del otro. También prevén cooperación en temas económicos, de seguridad y turismo. El acuerdo mueve el ajedrez geopolítico de toda la región y abre vía a acuerdos similares con otros Estados árabes. Uno de ellos podría ser Arabia Saudita, que por años ha tenido relaciones furtivas con Israel. Ahora más que nunca podría estar interesado en normalizar sus relaciones, pues el país busca captar inversiones para financiar su ambiciosa transformación económica, prevén los analistas.
Arabia Saudita, la mayor economía del mundo árabe, ha mantenido un silencio llamativo sobre el acuerdo, pero autoridades locales han insinuado que es poco probable que siga los pasos de su principal aliado regional en un futuro cercano. Sin embargo, el yerno del presidente estadounidense Donald Trump y asesor de la Casa Blanca, Jared Kushner, afirmó el lunes que convendría a los intereses de Arabia Saudita normalizar sus relaciones con Israel. “Debilitaría la influencia de Irán, el enemigo común en la región y al final ayudaría a los palestinos”, añadió Kushner en conversación telefónica con periodistas. "Sería muy bueno para los negocios sauditas, muy bueno para la defensa saudita y francamente, pienso que ayudaría al pueblo palestino", añadió.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo este lunes que se trabaja en la creación de un corredor aéreo con Arabia Saudita para los vuelos hacia Emiratos Árabes Unidos, una medida en la línea de la normalización de las relaciones. Aziz Alghashian, profesor de la Universidad de Essex especializado en la política del reino petrolero con Israel, dijo que la "normalización de EAU-Israel se presta a ampliar el ámbito de las relaciones indirectas entre saudíes e israelíes". Arabia Saudita, que alberga dos de los lugares santos más importantes del islam, hará cálculos políticos sensibles antes de formalizar el reconocimiento del Estado hebreo. El reino del desierto ha cultivado lazos encubiertos con Israel en los últimos años, un cambio liderado por el príncipe heredero Mohamed bin Salmán pese a que su padre, el rey Salmán, ha manifestado su apoyo a un Estado palestino independiente.
La animosidad compartida contra Irán, junto con los intentos sauditas de atraer inversión extranjera para financiar el ambicioso plan de diversificación económica del príncipe Mohamed, Vision 2030, parece acercar más que nunca al reino a Israel. Una parte central del plan Vision 2030 es NEOM, la creación de una megaciudad de medio billón de dólares en la costa occidental del reino que, según los observadores, necesita la pericia de Israel en sectores como la manufactura, la biotecnología y la ciberseguridad. La creación de NEOM "necesita paz y coordinación con Israel, especialmente si la ciudad quiere convertirse en un atractivo turístico", dice Mohamad Yaghi, investigador de la fundación alemana Konrad Adenauer. *Con información de AFP