El pasado 28 de julio, los venezolanos fueron testigos de cómo el régimen de Nicolás Maduro se robaba de frente las elecciones en ese país, por encima del candidato Edmundo González que, según las actas electorales reveladas por la oposición, fue el ganador en las urnas.

Ese día, pasadas las 12 a. m., Elvis Amoroso, presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), entidad que es controlada por el régimen, salió a decretar el supuesto triunfo de Maduro.

“Felicitamos entonces al nuevo presidente de la República Bolivariana de Venezuela, candidato Nicolás Maduro Moro (…) Felicitaciones a todo el pueblo de Venezuela por su gallardía y también un reconocimiento a la Fuerza Armada Bolivariana, a los cuerpos de seguridad, que garantizaron la paz y la tranquilidad durante este proceso electoral”, dijo ese día Amoroso, cómplice del robo de las elecciones en Venezuela.

Sin embargo, el medio estadounidense ‘The Miami Herald’ entregó este lunes, 14 de octubre, una primicia que demostraría que el régimen de Maduro ‘arde’.

De acuerdo con información de este medio, Elvis Amoroso, presidente del CNE, fue capturado por el régimen que él protegía, mientras intentaba escapar del país. Aseguran que este estaría recluido en Fuerte Tiuna, una de las cárceles más temidas de Venezuela.

“Los últimos rumores que circulan en Venezuela apuntan a que Amoroso se encuentra detenido en el complejo militar de Caracas conocido como Fuerte Tiuna después de que las fuerzas de seguridad lo sorprendieran planeando abandonar el país. La situación se compara con la del ex zar petrolero Tareck El Aissami, quien fue apartado a la fuerza de la vista pública y mantenido bajo arresto domiciliario durante meses antes de ser finalmente acusado de corrupción en abril”, destacaron desde ‘The Miami Herald’.

Además, desde ese medio estadounidense recalcaron que Amoroso no ha sido visto desde el pasado 5 de agosto, una vez compareció ante la Corte Suprema para entregar “documentos no revelados que supuestamente mostraban que Maduro” había sido reelegido.

El presidente del Consejo Electoral de Venezuela (CNE), Elvis Amoroso, dándole la mano a la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Caryslia Rodríguez. | Foto: AFP or licensors

“-Amoroso- no ha sido visto en público en 10 semanas, lo que desencadenó rumores en las redes sociales que van desde su arresto en Argentina y extradición a Estados Unidos hasta su detención por parte de las fuerzas de seguridad del régimen por temor a que hubiera estado planeando desertar”, agregaron desde dicho medio estadounidense.

No obstante, en ‘The Miami Herald’ resaltaron que no se podía descartar “la idea de un arresto de una hora”; lo anterior, apegados a unas declaraciones de Antonio De La Cruz, presidente del centro de estudios Inter American Trends, con sede en Washington.

“Este es un tipo al que el régimen no puede permitir que se vaya (…) Lo que mantiene a Maduro en el poder es la afirmación de Amoroso de que ganó, pero si deserta y le quita eso, la afirmación de legitimidad de Maduro se derrumba”, dijo De La Cruz, según declaraciones citadas por el medio.

El presidente del Consejo Nacional Electoral, Elvis Amoroso, en el centro, habla con la prensa en la sede del CNE en Caracas, Venezuela, el martes 5 de marzo de 2024. | Foto: Copyright 2024 The Associated Press. All rights reserved

En el diario también remarcaron que Amoroso es un personaje importante para el régimen de Maduro, teniendo en cuenta todos los secretos que guarda. Por lo tanto, no les favorecería que este abandonara Venezuela y contara la verdad sobre el robo de las elecciones, entre otras cosas más.

“Amoroso es demasiado importante como para permitirle abandonar Venezuela, porque el régimen aún no ha presentado los resultados electorales oficiales que confirmen que Maduro ganó las elecciones, a pesar de los reiterados llamados de la comunidad internacional para que lo haga. El respaldo a su victoria en la reelección depende en gran medida de la palabra de Amoroso y del pronunciamiento del Tribunal Supremo controlado por el régimen”, remarcó el artículo escrito por Antonio María Delgado.