El Área 51 es una fuente inagotable de llamativas teorías de la conspiración, pero lo que en realidad ha ocurrido ahí no es menos fascinante. El secretismo que rodea esta base militar ubicada en medio del desierto de Estados Unidos es, probablemente, lo que más alimenta su leyenda. Quienes estudian el Área 51 dicen que los mitos alienígenas que se han tejido en torno a ella sirvieron a los militares y a las agencias de inteligencia para desviar la atención de lo que realmente sucede en sus instalaciones. ¿Para qué se creó el Área 51, cuál fue la primera de sus misiones y por qué los experimentos que alberga se prestan para toda clase deespeculaciones? Campo de entrenamiento El Área 51 se creó en plena Guerra Fría, cuando Estados Unidos y la Unión Soviética se mostraban los dientes y solo estaban a la espera de ver quién se atrevía a golpear primero. Estados Unidos necesitaba un lugar aislado y seguro para probar las armas con las que enfrentarían a los rusos, así que el entonces presidente Dwight D. Eisenhower aprobó que una zona en el desierto de Nevada se utilizara como laboratorio y campo deentrenamiento secreto de la Fuerza Aérea. Puede leer:El éxodo sin retorno que la subida del nivel del mar significa De este modo nació la base militar en el Área 51, un terreno de más de 12.000 km2 cerca de zonas donde se realizaban pruebas nucleares. Misiones de espionaje En 1955, el gobierno eligió al Área 51 para ensamblar y probar el Lockheed U2, un avión espía al que apodaban la "Dama Dragón". Así nació el Proyecto Aquatone, que, según un documento desclasificado de la CIA, tenía el objetivo de hacer vuelos de reconocimiento de "23 objetivos de prioridad extremadamente alta en la Unión Soviética". Un documento de la CIA del 3 de febrero de 1958 afirma que cinco U2 serían los encargados de esta misión. El sigiloso U2 podía volar a más de 20.000 metros de altura y tomar fotografías en alta resolución en los límites de la estratósfera. Para hacer frente a las suspicacias, el gobierno afirmaba que el avión hacía mediciones meteorológicas, pero en realidad volaba en busca de arsenal nuclear soviético. En las década de los 50 y 60, el U2 voló en misiones de vigilancia y reconocimiento sobre la Unión Soviética, China y Cuba, donde en 1962 confirmó la presencia de misiles soviéticos en la isla. El U2, sin embargo, no era infalible. El 5 de mayo de 1960, la Unión Soviética informó que había derribado un U2 que sobrevolaba su territorio, lo que fue considerado un "acto agresivo" de parte de EE.UU. A partir de los años 80, la NASA comenzó a utilizar aviones U2 modificados para la recolección de datos atmosféricos. Hermetismo El U2 es uno de los aviones espías más famosos de la historia, pero no fue el único protagonista en el Área 51. Otras poderosas aeronaves como el A12 Oxcart y su sucesor el SR-71 Blackbird, así como el sigiloso F-117, también hicieron maniobras en medio del desierto de Nevada. Le puede interesar: Justin Trudeau: las imágenes "racistas" del primer ministro de Canadá que ponen en peligro su reelección El Oxcart era prácticamente indetectable. Podía volar de costa a costa de EE.UU. en solo 70 minutos, a una velocidad supersónica de 2.350 km/h y tomar fotos en alta resolución desde 27.000 metros de altura. Todas las pruebas realizadas en el Área 51 eran secretas, incluso quienes participaban en ellas tenían información limitada. Y ese hermetismo fue el cóctel perfecto para que se crearan las teorías de conspiración relacionadas con ovnis y extraterrestres. La leyenda ovni Varios de los aviones que se probaban en la base volaban tres veces más alto que un avión comercial y a velocidad supersónica. El coronel Hugh Slater, quien trabajó en la base, afirma que el Oxcart, por ejemplo, realizó en la década de los 60 2.850 vuelos de prueba. Cuando los pasajeros y pilotos de aviones comerciales que volaban por la zona veían al Oxcart y a otros aviones supersónicos en acción, gritaban "como locos" y avisaban a la torre de control pensando que era un ovni, según contó Slater en un documental de National Geographic.
Según la CIA, el 50% de los avistamientos de ovnis en el Área 51 en los años 50 y 60 se debieron a vuelos de espionaje. Annie Jacobsen, autora del libro "Área 51: Una historia sin censura de la base militar secreta de Estados Unidos", afirma que la CIA sacó ventaja de la confusión y el revuelo que causaban estos avistamientos. "La CIA se benefició de esa desinformación al alimentar una mitología alienígena", le dijo Jacobsen a la BBC. Para la CIA podía resultar mejor que la gente estuviera pensando en extraterrestres en vez de estar pendientes de sus verdaderas labores de inteligencia. Lo que se sabe del Área 51 se debe en gran parte a que en 2013 el gobierno de EE.UU. liberó unos documentos en los que dejaba entrever qué es lo que ocurre en su interior, pero desde entonces sigue siendo un misterio qué otros experimentos se realizan ahí. Lo único cierto es que nadie ha mostrado evidencia de que haya extraterrestres en el Área 51, ni en ninguna parte del mundo… al menos, por ahora.