El pasado 2 de enero inició el juicio en contra de ocho jóvenes jugadores de rugby, acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa, un joven de 18 años que fue atacado brutalmente por los ocho hombres a la puerta de una discoteca, en enero de 2020. Cada día del juicio se conocen más detalles escalofriantes; este viernes es conocieron testimonios de algunos testigos que estaban en el lugar, que cuentan que dos de los jóvenes, antes de irse del lugar de la escena, se abrazaron celebrando, después de haber acabado a golpes con la vida de Báez.

¿Cómo sucedió el crimen?

Fernando Báez era de origen paraguayo, hijo único de dos personas económicamente humildes inmigrantes de Paraguay, y acababa de inscribirse en un plantel de educación superior para iniciar estudios de Derecho.

En ese verano de 2020, Báez se encontraba haciendo unas “minivacaciones” en Villa Gesel, un balneario en el que realizaba por primera vez un viaje lejos de sus padres, en el que estaba celebrando la finalización de sus estudios de bachillerato.

Su padre, empleado de construcción, y su madre, quien trabaja como cuidadora de adultos mayores, han dedicado los últimos tres años de su vida a esclarecer la verdad sobre la muerte de Báez.

Desde que sucedió el crimen, se han dado a conocer distintos videos en los que se muestra el feroz ataque de los jóvenes contra Báez, en una especie de emboscada que, según parece, por los testimonios de testigos y los propios chats de los jóvenes analizados en el juicio, era usual que realizaran como parte de lo que ellos consideraban ‘diversión’.

Actualmente, los jóvenes acusados de asesinar a Báez tienen entre 21 y 23 años y han permanecido en prisión preventiva desde que fueron capturados el mismo mes de ocurrido el crimen.

El altercado con Báez inició entre su grupo de amigos y el grupo de hoy acusados, dentro de una discoteca. De acuerdo con las imágenes, uno de los deportistas de nombre Maximo Thomsen habría tomado a Báez del cuello y lo sacó hasta fuera de la discoteca, en compañía de sus amigos.

Los amigos de Báez que han declarado en el juicio han manifestado cómo les resultó imposible defender a su amigo, pues los acusados también los golpeaban y les impedían interponerse.

Un abrazo para celebrar

Los medios argentinos han hablado una y otra vez sobre los registros audiovisuales del crimen.

De acuerdo con el diario La Nación de Argentina, “Nunca en la historia penal argentina hubo tantos registros fílmicos de un asesinato. En este caso, la Justicia contó con cuatro cámaras distintas que grabaron la agresión y que constituyeron pruebas clave para reconstruir cómo fue el ataque”.

Uno de los registros fílmicos, analizados el pasado viernes, permite ver cómo veinte segundos después de haber perpetrado el feroz ataque, dos de los integrantes del grupo agresor volvieron sobre sus pasos y mientras miraban al lugar donde yacía el joven atacado, se abrazaron, en una especie de celebración.

De acuerdo con La Nación de Argentina, esta escena fue registrada por un domo que corresponde a la Alcaldía de Villa Gesell.

Según el acta policial, el ataque a Báez duró 60 segundos y sucedió entre las 4:40 y 5:00 a. m. Antes de iniciar el ataque, los acusados habrían esperado a que la policía se fuera del lugar, donde funcionan varios restaurantes, discotecas y lugares para jugar bolos, porque acudieron a atender una alerta por incidentes provocados por un otro grupo de jóvenes, que estaba echando piedras sobre carros parqueados en el sitio.