La Dirección Nacional de Migraciones (DNM) de Argentina ha tomado la decisión este viernes de expulsar del país al presunto proveedor de la droga que causó la muerte de 24 personas y el ingreso a centros asistenciales de otras 50 en la provincia de Buenos Aires el pasado miércoles.
El juez encargado del caso, Juan Manuel Culotta, ha tomado esta decisión después de que el acusado, Joaquín Aquino, que contaba con antecedentes por tenencia ilícitas de armas y por tráfico de estupefacientes, se negara a declarar, según ha informado La Nación.
“La Dirección Nacional de Migraciones ha dictado la expulsión del país y ha prohibido el reingreso a Joaquín Aquino, ahora de forma permanente, decisión que se hará efectiva cuando cese el interés de la Justicia sobre la persona”, según ha informado la directora del organismo, Florencia Carignano, en declaraciones recogidas por el diario argentino Ámbito.
La directora de la DNM también ha recordado que, con anterioridad, se intentó expulsar a Aquino del país por un lapso de tiempo de ocho años, pero que no pudo llevarse a cabo porque se encontraba prófugo de la Justicia.
El acusado, un ciudadano paraguayo apodado como ‘el Paisa’, fue detenido el pasado miércoles junto con otras diez personas. La Policía ha encontrado en un domicilio más de 5.000 dosis de cocaína adulterada que el acusado vendía a sus clientes.
La situación es tal que el Ministerio de Sanidad de Argentina constituyó este jueves un comité de emergencia para seguir de cerca la evolución de los casos en tiempo real y en colaboración con los servicios de toxicología, según recogió la agencia argentina Télam.
Además, el Ministerio ha emitido una “alerta epidemiológica” por “probable intoxicación con opiáceos” ante la proliferación de cuadros de estado de shock, depresión de la capacidad sensorial, dificultad respiratoria y sobrexcitación psicomotriz en personas que “presentan antecedentes de consumo reciente de cocaína”.
“Hubiera sido una tragedia mayor”,
Una madre que sólo se identificó como Sandra, temerosa de represalias de los narcos, dijo a la AFP frente al Hospital Bocalandro: “Estoy aquí apoyando a mi hijo de 28 años, de todo corazón. Él es un buen hijo. Es obrero metalúrgico, pero es adicto. No sé cómo ayudarlo. Y vivimos muy cerca de donde venden la droga. Tenemos miedo que nos reconozcan”.
“Hubiera sido una tragedia mayor”, advirtió el jefe de gabinete bonaerense, Carlos Bianco, si las autoridades no lograban confiscar unas 400 dosis de la cocaína adulterada en el asentamiento Villa Puerta 8 y casi 20.000 dosis en el barrio de Aquino, ambos en la periferia noroeste.
Las autoridades admitieron que aún no se determinó cuál fue la sustancia empleada para procesar la cocaína, aunque se sospecha de “un opiáceo”, según dijo el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak.
Los gobiernos federal y provincial calculan que en el Área Metropolitana (la capital y alrededores, donde viven unos 13 millones de habitantes) se venden a diario unas 250.000 dosis de cocaína.
Desde la década de 1970, Argentina entró en las rutas mundiales del narcotráfico y se convirtió en lugar de consumo aunque no de producción de drogas ilícitas, según informes gubernamentales.
Con información de Europa Press