En diálogo con SEMANA, Ariel Shegerman, argentino y residente desde hace más de 20 años en Israel, contó cómo fueron los angustiosos y difíciles momentos que vivieron él, junto con su familia, luego del ataque perpetrado por el movimiento islamista palestino Hamás en contra de Israel “por aire, mar y tierra” desde la Franja de Gaza.

“Nos han sacado de los Kibutz -comuna agrícola israelí- porque el lugar ahora es militar. Nos han trasladado a Tel Aviv (...). Vivo con mi señora. Tengo ahora en estos momentos un hijo y una hija que están en el Ejército (...). En Israel hay un ejército y una reserva, que son los que, en proceso de guerra, se les llama, para que ayuden (...). Unos son los que hacen parte de él y otros son los que, una vez terminan el servicio, igual quedan como reservistas, en caso de problemas”, relató.

Reservistas del ejército israelí son transportados en vehículos militares para unirse a su base del ejército, al sur de Tel Aviv. | Foto: AFP or licensors

¿Qué pasó minutos después del ataque?

El argentino, que vive desde hace 22 años en Israel, y para ese momento se encontraba en Or HaNer, a 3.5 kilómetros de la Franja de Gaza, contó que, una vez suena la alarma de misiles en territorio israelí, la población tiene “13 segundos” claves para resguardarse en lo que él denominó como “un ambiente de seguridad”.

“Cuando pasan ese tipo de cosas -como los tira cohetes-, nosotros en cada casa tenemos un ambiente de seguridad, hecho en cemento, que no permite que el cohete lastime. Cuando se escucha la alerta en radio, tenemos 13 segundos para resguardarnos (...). Cada casa tiene una pieza de 10 a 12 metros cuadrados que funciona como búnker. Ahí, tenemos que esperar a que pase”, afirmó.

Luego, agregó: “El conflicto empezó a las 6:30 a. m.. Sonaron las alarmas de lo que estaba sucediendo. Pero la realidad era que ellos querían, con los cohetes, tirar abajo un ‘estante’ de los límites (...). Se calculan que entraron unos, más o menos, 700 u 800 palestinos a los lugares donde nosotros vivimos, que son granjas colectivas. Pasaron casa por casa (...). Se hablan de unos 800 muertos, entre soldados y civiles. Además, se hablan de unos 150 secuestrados, entre ellos niños y personas de 80 años. El secuestro ellos lo usan porque una persona israelí vale mil hombres de ellos”.

Los palestinos transportan a un civil israelí capturado desde el kibutz Kfar Azza a la Franja de Gaza | Foto: Copyright 2023 The Associated Press. All rights reserved.

De hecho, relató que “fueron momentos muy duros”, en los que muchas personas tuvieron que permanecer “en la pieza de seguridad por más de 30 horas, sin agua, sin luz, sin comida, sin teléfono”. “No podían salir de ahí porque todavía había terroristas por todos lados, buscando tirar a matar. Ellos lo único que querían era matar gente”.

¿Cómo está ahora Israel?

En su conversación con SEMANA, Ariel Shegerman reiteró que “el país está parado. En Tel Aviv todos los negocios están cerrados”. De hecho, él junto con su esposa se encuentran a la espera de que, “en las próximas horas, el Gobierno nos traslade al norte del país”.

Israel confirma hasta el momento más de 700 ciudadanos muertos. | Foto: AFP or licensors

A su vez, agregó que el conflicto “todavía está sucediendo” y aseguró que “hay lugares” donde “los terroristas están escondidos”, motivo por el cual fueron retirados de su vivienda. “Por eso mismo nos han sacado a todos de la zona, porque se ha convertido en una zona militar. Son más de 30.000 personas las que viven en Or HaNer, a 3.5 kilómetros de la Franja de Gaza”.

Por último, Shegerman aseguró que, así como ocurre en países latinoamericanos sobre “la guerrilla”, lo que está sucediendo en Israel “es igual”. “A ellos no les importa si son niños, si son grandes, simplemente no les importa. (...) Israel está luchando contra ‘guerrilleros’ y contra ‘terroristas’, que no les importa la vida”.

“Israel es un país del primer mundo, adelantado y avanzado, que lo único que quiere es vivir tranquilo y feliz, ante terroristas que no les importa la vida y lo único que quieren es la muerte. Esto lleva a este tipo de conflictos”, concluyó, en diálogo con SEMANA.