Más de dos años después de la muerte de Jeffrey Epstein, el juicio a Ghislaine Maxwell, acusada de reclutar a menores de edad para satisfacción sexual del difunto financiero, se inició este lunes en la corte Thurgood Marshall de Manhattan en presencia de la acusada y en medio de una gran expectativa. La hija de 59 años de edad de Robert Maxwell, un antiguo magnate de la prensa británica, se enfrenta a 80 años de cárcel si el jurado la encuentra culpable de los seis cargos que se le imputan, entre ellos, el de tráfico sexual de menores.
Vestida con un suéter beige, pantalones negros y mascarilla blanca, Maxwell parecía nerviosa, quitándose y poniéndose constantemente sus lentes, tocándose la frente y compartiendo notas con sus abogados. Su hermana Isabel también estaba presente en el juicio. “Mis clientes esperan que la condenen por todos los cargos y que pase el resto de su vida en la cárcel”, dijo la abogada Lisa Bloom, que representa a una supuesta víctima de Maxwell, a su llegada al tribunal.
“Para mi clienta que conocía a Ghislaine Maxwell, no habría habido Jeffrey Epstein sin Ghislaine Maxwell (...) Para ella, Ghislaine Maxwell era una traficante que llevaba la droga a Epstein, y su droga era las jovencitas”, agregó. Sarah Ransome, una de las supuestas víctimas de Epstein y Maxwell, fue una de las primeras en llegar a la Corte. Maxwell fue amante y amiga íntima de Epstein, quien se suicidó en una cárcel de Manhattan en agosto de 2019, a los 66 años, mientras aguardaba ser juzgado por tráfico sexual de menores. Es poco probable que Maxwell, que se ha declarado no culpable, testifique en el juicio que se prevé dure hasta mediados de enero.
Amigos importantes
Fue detenida en julio de 2020 luego de la muerte de Epstein, un multimillonario amigo de celebridades como los expresidentes de Estados Unidos Donald Trump y Bill Clinton, o el príncipe británico Andrés. Este último también está salpicado por el escándalo de abusos a menores. Desde entonces, la socialité está detenida en la cárcel Metropolitana de Brooklyn, donde repetidamente se ha quejado de las condiciones insalubres e inhumanas en las que vive.
De nacionalidad franco-británico-estadounidense, la justicia le ha negado la libertad bajo fianza en seis ocasiones por el alto riesgo de fuga. Las denunciantes, cuyos nombres se mantienen en el anonimato, acusan a Maxwell de delitos que ocurrieron entre 1994 y 2004. Dos tenían 14 y 15 años en la época en que aseguran que fueron abusadas.
La acusación señala que Maxwell se ganaba la confianza de las jóvenes llevándolas de compras o al teatro y las persuadía para que dieran masajes a Epstein desnudas antes de mantener relaciones sexuales con él a cambio de dinero. La fiscalía asegura que Maxwell participó a veces en los supuestos abusos tanto en su casa de Londres como en las viviendas que tenía Epstein en Manhattan, Palm Beach y Nuevo México.
Protección contra covid-19
Debido a la covid-19, los testigos podrán retirar sus mascarillas cuando den su testimonio, ya que lo harán desde un cubículo de plexiglás dotado con un filtro de aire. Los abogados lo harán desde otro cubículo similar.
Asimismo, los testigos podrán testimoniar bajo seudónimo o solo dando su nombre de pila. Hacia finales de 2022, Maxwell volverá a ser juzgada por las acusaciones de doble perjurio, relacionadas con un testimonio que dio en 2016 en un caso por difamación que inició contra ella Virginia Giuffre, supuesta víctima y una de las principales detractoras de Epstein.
Giuffre alega que Epstein la solía prestar para mantener relaciones sexuales con poderosos amigos, como el príncipe Andrés, a quien ha denunciado en un tribunal de Nueva York por mantener relaciones sexuales con ella hace más de 20 años, cuando ella tenía 17. Maxwell presentó al príncipe a Epstein. Giuffre, que ahora tiene 38 años, no forma parte de la actual acusación contra Maxwell.
Distorsión de la memoria
Se espera que las cuatro demandantes, que se presentarán en el juicio como víctimas menores 1, 2, 3 y 4, acusen a Maxwell de operar una red de captación de jovencitas que eran llevadas a otros estados para proporcionar servicios sexuales a Epstein por los que recibían dinero.
Este juicio sigue a otros muy mediatizados, como el del productor de cine Harvey Weinstein y el cantante R. Kelly con el telón de fondo del movimiento #Metoo. La defensa anunció que atacará la credibilidad y la fiabilidad de la memoria de las víctimas, que con el tiempo se distorsiona. “El ambiente es propicio para casos como este”, dijo la exfiscal Julie Rendelman. Pero, agregó, “siempre es difícil cuando se trata de acusaciones que ocurrieron hace tantos años”.
*Con información de la AFP.