Adam White, de 24 años, vio a través del circuito cerrado de televisión que dos personas estaban tratando de entrar a su casa, en una noche de septiembre de 2019. Tan pronto vio la escena, el hombre corrió a encender su Mercedes 4x4 y los dos ladrones huyeron en la moto que acababan de robar.
En la persecución que duró apenas unos minutos, White se chocó contra un carro y los dos delincuentes se chocaron contra un camión. Uno de los jóvenes, de 25 años en ese momento, se fracturó varios huesos en el accidente, mientras que el otro, también de 25 años, sufrió una hemorragia cerebral.
La vida le cambió por completo a White después de su intento de hacer justicia por mano propia, pues después de lo que pasó perdió su libertad, su trabajo estable y bien pago, y al bebé que estaba por nacer, según cuenta el diario británico The Mirror, con declaraciones del diario The Sunday People.
En enero, Adam fue declarado culpable por causar lesiones graves por conducción peligrosa y fue sentenciado a 22 meses de prisión, es decir casi dos años.
Los dos ladrones terminaron en el hospital tras la cinematográfica persecución. “Mi motor estaba en llamas, las alarmas estaban sonando y la bolsa de aire (airbag) estaba en mi cara. No podía abrir la puerta del lado del conductor, así que tuve que patearla para abrirla. Corrí a la casa de una mujer y le pedí que llamara a la policía y a mi esposa”, cuenta White recordando el momento del accidente.
Los dos delincuentes, que habían identificado la motocicleta de White porque la estaba vendiendo en línea, solo fueron sentenciados a 200 horas de servicio comunitario por la misma corte, debido a las heridas que les causó el accidente, contó el programa 24 horas en custodia de la policía de Chanel 4, en el Reino Unido en el que White apareció contando su historia.
Un bebé que no alcanzó a nacer
De acuerdo con el relato de White, una vez sucedió todo y cuando lo sentenciaron a los 22 meses de prisión, él y su esposa tomaron la decisión de interrumpir el embarazo que esperaban en ese momento.
“Fue repugnante tener que tomar la decisión de abortar al bebé. Ojalá tuviéramos un hermanito o una hermanita para mostrárselos a los otros niños”, dice White recordando el momento de esa difícil determinación.
La pesadilla de la cárcel
White cuenta que su primera semana en la cárcel fue tan difícil que no podía dejar de llorar. “Lo superé pensando en volver a casa con mis hijos. Tenía otras dos personas en mi celda y sentía cucarachas corriendo sobre las sábanas de mi cama por la noche. Todos compartíamos un baño, era degradante. Lo odiaba”, dice respecto a ese sombrío momento.
“Mi peor momento fue cuando unos compañeros de celda se volvieron locos y destrozaron el lugar. Uno arrancó el asiento del inodoro y se lo arrojó a los guardias. También les arrojó la televisión”, dice.
El hombre dice que nunca había visto tantas drogas en su vida, como en prisión. Y cuenta que el sistema penitenciario es “absolutamente impactante”.
White tenía dos hijos de 10 y 12 años cuando fue llevado a prisión y los costos del proceso legal ascendieron a cerca de 50.000 libras esterlinas, un valor cercano a los 300 millones de pesos.
White fue liberado recientemente de la cárcel, pero se encuentra en prisión domiciliaria. Sigue enfrentando los efectos de la decisión que tomó ese día y lleva un brazalete electrónico. Podría tener aún más problemas por el caso, dado que los dos delincuentes piensan demandarlo por los daños físicos que produjo la persecución.