El martes 9 de mayo, un juzgado de Nueva York, en Estados Unidos, reveló la imputación de cargos contra el senador republicano, de origen brasileño, George Santos. Este miércoles, el senador quedó bajo arresto debido a la acusación de 13 delitos criminales. Tendrá que comparecer ante la entidad acusadora esta misma tarde.
De acuerdo con la Fiscalía Federal de Nueva York, entidad que hasta ahora no había revelado por qué imputaba a Santos, los cargos de los que está acusado son: siete por fraude en transferencias electrónicas, tres de lavado de dinero, uno de robo de fondos públicos y dos de falso testimonio.
Santos se encuentra detenido en Mellvile, Long Island en una sede del FBI, según reportó la oficina del fiscal general del Distrito Este de Nueva York. En la tarde de este 10 de mayo deberá comparecer ante el juzgado y en caso de ser encontrado culpable podría enfrentar una pena máxima de 20 años. Sin embargo, otras posibles condenas pueden ser la libertad condicional o el pago de una fianza.
Hasta el momento Santos solo ha dicho a un reportero de AP “Esto es una novedad para mí”. Santos había hecho su carrera a base de mentiras y fraudes. Por ejemplo, se inventó que su madre había fallecido en el 911 y mintió sobre su educación y experiencia laboral.
George Santos, un mentiroso profesional
Santos es una figura interesante, pues es el único congresista republicano abiertamente gay. Esto de por sí es extraño, pues el partido es uno de los mayores opositores políticos de la comunidad LGTBIQ+. Fue elegido en la ciudad de Nueva York y entre sus cualidades profesionales estaban que se había graduado del Colegio Baruch y trabajó en Goldman Sachs y Citigroup. Entonces, fue una sorpresa cuando salió a la luz que, al parecer, esto nunca había pasado y su currículum estaba plagado de mentiras.
No solo se comprobó que, en efecto, nunca se graduó de Baruch ni de ninguna institución de calidad superior, nunca había trabajado para Goldman o Citigroup, sino que, además, mintió sobre su procedencia y la muerte de su madre. Durante la campaña, Santos dijo que ella había muerto el 11 de septiembre de 2001 en el atentado al World Trade Center, pero esto también era embuste. Tan falso como el hecho de que sus abuelos eran judíos sobrevivientes del Holocausto.
Cuando se le preguntó por esto, el congresista reconoció que era mentira y se justificó diciendo que “mis pecados aquí están embelleciendo mi currículum. Lo siento”. Pero había un secreto más. Apareció una foto de él en un carnaval en Brasil claramente vestido de drag queen. Las dudas empezaron a surgir y los cuestionamientos, también, pero Santos negó haber sido ‘drag’ alguna vez y dijo que en esa ocasión solo estaba usando un disfraz. “Era joven y me divertía en un festival”, se justificó.
Sin embargo, siguieron surgiendo evidencias que demostraban cada vez más que el congresista había encarnado en su juventud a la artista drag Kitara Raveche. El hecho desató más polémica aún, pues el Partido Republicano no es muy afín a este tipo de espectáculos.
Todo lo anterior ha llevado a que Santos el 1 de febrero anunciara su retiro de dos comités legislativos de los que formaba parte. La decisión se tomó después de una reunión a puerta cerrada con sus compañeros y de que él mismo le pidiera a McCarthy su aprobación para retirarse mientras se resuelve la situación.
Santos no solo se apartó de los comités, sino que es investigado por la Fiscalía debido a ciertas irregularidades en los préstamos para su campaña política y en sus finanzas.
En adición, el FBI anunció que un veterano de la Marina acusa al congresista de robar cientos de dólares. Santos habría hecho una recaudación de fondos para salvarle la vida a su perro de servicio, Saphire. El veterano Richard Osthoff le dijo a NBC News que él había entregado todos los registros y mensajes y que se alegraba de que por fin lo estuvieran investigando.