Más de mil migrantes desembarcaron en Italia en las últimas horas y cientos más fueron rescatados por barcos humanitarios, un aflujo recurrente cada verano, pero que entra este año en plena campaña por las legislativas de septiembre, en las que el partido de ultraderecha parte como favorito.
Más de 600 personas que intentaron atravesar el mar Mediterráneo a bordo de un barco de pesca fueron socorridas el sábado por un navío mercante y guardacostas cuando se encontraba a la deriva frente a las costas de Calabria, en el extremo sur de la península italiana.
Los migrantes fueron llevados a varios puertos de la isla de Sicilia. Las autoridades encontraron a bordo del barco cinco cuerpos de migrantes muertos en circunstancias que se desconocen.
En la noche del sábado, al domingo llegaron a la isla de Lampedusa 522 personas procedentes de Afganistán, Pakistán, Sudán, Etiopía y Somalia, en su mayoría, a bordo de unas 15 embarcaciones procedentes de Túnez y Libia.
Medios italianos afirman que el centro de acogida de la pequeña isla italiana frente a las costas de África está desbordado. La agencia Ansa afirma que alberga actualmente a 1.200 personas, cuando tiene una capacidad de 250.
Los migrantes que logran llegar a las costas de Lampedusa o Sicilia viajan en embarcaciones pequeñas, sobrecargadas, en condiciones sanitarias deplorables. Muchas veces sin chalecos salvavidas, con poca comida y bajo un sol abrasador.
El periódico La Sicilia precisó que en los últimos desembarcos en Lampedusa vieron barcos con decenas, incluso cientos de personas a bordo, pero también pequeños neumáticos.
Cuatro tunecinos, entre ellos una mujer, quedaron varados durante la noche en la playa Cala Pisana tras atravesar el pequeño brazo de mar que separa Túnez con la isla. De manera simultánea, los guardacostas interceptaron una embarcación de 13 metros, cuando dejaba Zauiya (Libia) con 123 paquistaníes, bangladesíes, egipcios y sudaneses a bordo.
La ruta más peligrosa
Por otro lado, las ONG de rescate en el mar salvaron a cientos de migrantes a la deriva en el Mediterráneo.
SeaWatch indicó el domingo que la víspera realizó cuatro operaciones de rescate. “A bordo del SeaWatch 3 tenemos a 428 personas, incluidas mujeres, una de ellas embarazada de nueve meses, y menores. Un paciente presenta graves quemaduras”, indicaron en Twitter.
El OceanViking, de la ONG SOS Méditerranée, afirmó que rescató a 87 personas (entre ellos 57 menores no acompañados), que viajaban en “una abarrotada embarcación neumática a la deriva en aguas internacionales frente a Libia.”
Entre el primero de enero y el 22 de julio, 34.000 personas llegaron por mar a Italia, cuando fueron 25.500 en el mismo periodo de 2021, y 10.900 en 2020, según el Ministerio del Interior italiano.
La ruta migratoria del Mediterráneo central es la más peligrosa del mundo. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima en 990 el número de muertos y desaparecidos desde principios de este año.
Este aumento estacional de llegadas durante el verano coincide este año en Italia con una gran incertidumbre política, tras la dimisión del ya ex primer ministro, Mario Draghi, después de perder el apoyo de dos partidos de su gobierno de unidad nacional.
El presidente de la República, Sergio Mattarella, disolvió el Parlamento y fijó para el 25 de septiembre los comicios en los que la facción de extrema derecha, Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni, sale como favorito, según los sondeos.
Este domingo, el líder de la formación de derecha Lega, Matteo Salvini, lamentó la llegada de “411 inmigrantes ilegales en pocas horas a Lampedusa”.
“El 25 de septiembre, los italianos podrán elegir finalmente el cambio: por el regreso de la seguridad, el coraje y el control fronterizo”, escribió Salvini en Twitter.
*Con información de AFP.