Las autoridades pakistaníes informaron este martes (31 de enero) que ya son 90 los muertos y más de un centenar los heridos en un nuevo balance de víctimas tras el atentado suicida supuestamente perpetrado por Tehrik e Taliban Pakistan (TTP), conocido como los talibán-paquistaníes, en el interior de la mezquita de Police Lines, en la ciudad paquistaní de Peshawar, capital de la provincia de Jiber Pajtunjua (norte).
Así, 221 personas resultaron heridas y fueron trasladadas a hospitales, mientras que alrededor de 100 continúan bajo tratamiento y el resto han sido dados de alta, informó Radio Pakistán.
De estas cifras, al menos diez de los heridos se encuentran con pronóstico grave, según reveló la agencia de noticias DPA.
Los servicios de emergencia informaron de este nuevo balance, después de que recuperaran varias decenas de cuerpos de los escombros de la mezquita, según recogió la cadena de televisión paquistaní Geo TV.
Sin embargo, horas más tarde, el TPP negó la conexión con el atentado suicida, en una “aclaración”, después de que dos de sus comandantes se atribuyeran el acto, tal y como ha recogido Rita Katz, directora de SITE Intelligence Group, un organismo especializado en hacer seguimiento de los grupos terroristas.
No obstante, las autoridades del país no descartan que la cifra aumente, debido a la gravedad de algunos de estos heridos y a que aún quedarían personas sepultadas bajo los escombros del edificio.
El ministro de la región, Mohamed Azam Jan, anunció este martes un día de luto en la provincia tras el ataque, por lo que la bandera nacional estará a media hasta y agregó que “el Gobierno comparte el dolor de las familias”.
El jefe de la Policía de Peshawar, Ejaz Jan, indicó durante la jornada del lunes (30 de enero) que se desconoce cuántas personas se encuentran atrapadas entre los escombros de la mezquita, ubicada cerca de la principal comisaría de Policía. “Estamos centrados en la operación de rescate”, manifestó.
Entre los fallecidos figura el imán de la mezquita, Sahibzada Nurulamin, según la Policía. El terrorista suicida se había colocado en primera fila durante el rezo del mediodía que tenía lugar en la mezquita antes de activar la carga explosiva que portaba, tras lo que TTP publicó en un comunicado en sus canales de propaganda afirmando que era miembro del grupo.
La explosión se produjo en la sala de oraciones, el habitáculo principal de la mezquita, que tenía capacidad para unas 250 o 300 personas. Tras el ataque, el Departamento de Sanidad provincial declaró una “emergencia médica” y pidió a todos los trabajadores sanitarios que permanezcan en alerta para atender al gran número de víctimas.
Crece la militancia
Pakistán enfrenta en los últimos meses un deterioro de la situación de seguridad, en particular desde que los talibanes recuperaron el poder en Afganistán en agosto de 2021.
Tras varios años de una calma relativa, volvieron a producirse atentados de la rama pakistaní de los talibanes, Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), del EI-K y de grupos separatistas baluches.
Pakistán reprocha a los talibanes que deja que estos grupos utilicen su territorio para planificar los ataques, algo que las autoridades de Kabul niegan.
El cuartel policial de Peshawar es uno de los sitios más resguardados de la ciudad, con oficinas de inteligencia y antiterrorismo en sus instalaciones.
Provincias alrededor del país anunciaron que aumentaron el nivel de alerta tras la explosión, con el refuerzo de los puestos de control y el envío de fuerzas adicionales de seguridad.
En la capital Islamabad se instalaron francotiradores en los edificios y entradas a la ciudad.
El atentado ocurrió el día en que el presidente de Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayed Al Nahyan, tenía previsto visitar Islamabad, pero el viaje fue cancelado a última hora por el mal tiempo.
Pakistán también se prepara para recibir el martes una delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) para negociar un crucial préstamo para evitar caer en impago de su deuda.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó el lunes el atentado y lo calificó de “aborrecible”, mientras que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, envió sus condolencias por el “horroroso ataque”.
*Con información de Europa Press y AFP