La cifra de muertos a causa de las fuertes inundaciones registradas en el municipio montañoso de Petrópolis, en el sur de Brasil, ha aumentado a 117 tras el paso de una tormenta que se ha saldado, por ahora, con más de 100 desaparecidos.
El Departamento de Defensa Civil del Estado de Río de Janeiro ha informado que, del total de víctimas mortales, al menos ocho son menores de edad. Además, 24 personas han sido rescatadas con vida durante las últimas jornadas.
La región está en alerta naranja por lluvia este jueves hasta las 11:00 a. m. (hora local). Los meteorólogos han pronosticado que las precipitaciones podrían alcanzar los 100 milímetros en solo 24 horas, lo que podría dificultar las labores de búsqueda, según informaciones de Estadao.
El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, ha lamentado que se trata de la “peor lluvia desde 1932″. “Han sido 240 milímetros en dos horas. Fue una lluvia sumamente extraordinaria”, ha dicho.
Según ha indicado en una rueda de prensa, la tormenta reúne los componentes de una “tragedia histórica” y un “déficit” a diferentes niveles. La zona de Petrópolis ha sufrido graves inundaciones a lo largo de la historia, si bien ahora las autoridades califican la situación como parecida a una “guerra”.
Las autoridades locales también han decretado el estado de calamidad pública después de que el agua haya arrasado amplias zonas del municipio, con infraestructuras y viviendas sepultadas por el lodo.
Se estima que unas 54 casas han quedado totalmente destruidas por las lluvias, lo que ha llevado a cerca de 400 personas a desplazarse en busca de albergues y refugios, según informaciones de la cadena G1. Unos 400 bomberos trabajan en las labores de búsqueda de los desaparecidos.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que se encontraba de viaje diplomático en Rusia, mostró su apoyo a las víctimas a través de Twitter, prometiendo que a pesar de estar lejos, él y su Gobierno siguen “comprometidos con ayudar a los demás”. “Dios consuele a las familias de las víctimas”, escribió.
El diario Estadao publicó que, según una nota recibida de la Secretaría de Estado de la Policía Militar de Río de Janeiro, en algunas zonas comerciales de Petrópolis se han registrado intentos de allanamiento y posible robos en establecimientos afectados por las lluvias.
Por su parte, el papa Francisco expresó “sus condolencias” y compartió “el dolor de todos los enlutados o despojados de sus bienes”, en un telegrama en portugués enviado al obispo de Petrópolis, Gregorio Paixao Neto.
En esta antigua ciudad imperial, situada a 68 km al norte de Rio de Janeiro en una zona montañosa, también se han congregado cientos de voluntarios, ayudados por perros, excavadoras y aeronaves, que trabajaban a destajo, aunque la esperanza de hallar víctimas con vida cada día se agota más.
Las autoridades municipales volvieron a activar por la mañana las sirenas de alerta, en medio de una fuerte lluvia que amenaza con nuevos deslizamientos.
La noche del 17 de febrero, las precipitaciones volvieron con fuerza, las tareas de rescate fueron suspendidas y vecinos de varios barrios fueron llamados por alarmas y mensajes de texto a resguardarse en casas de familiares o refugios públicos “debido al volumen de lluvia que afecta a la ciudad y que seguirá, con intensidad entre moderada y fuerte, en las próximas horas”, informó la Defensa Civil local.
Con información de Europa Press y AFP.