Las autoridades de México investigan el asesinato de un locutor que hasta inicios de febrero se desempeñaba como funcionario en el municipio de Empalme, en el estado de Sonora, noroeste del país.

“Jorge Luis Camero fue privado de la vida este 24 de febrero en ataque directo al estar en el interior de un gimnasio”, informó a fiscalía de Sonora en Twitter en la madrugada del viernes.

Las primeras investigaciones apuntan a que el periodista habría fallecido como consecuencia de heridas por arma de fuego y que en el lugar de los hechos se han encontrado hasta nueve casquillos percutidos de calibre nueve milímetros.

El organismo añadió que aún no pudo confirmar versiones de que Camero estaba al frente de un portal de noticias en Facebook denominado El Informativo, creado en 2018.

Según la fiscalía, Camero solicitó una licencia en su trabajo como funcionario en el ayuntamiento de Empalme el 9 de febrero, “cuando en un video que circuló en redes sociales fue objeto de señalamientos de participar en una estructura criminal”.

Esas acusaciones eran objeto de “investigación en una carpeta por el delito de homicidio”, indicó el reporte.

La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) dijo también en Twitter que está “documentando los hechos” y pidió una “investigación ejemplar” a la fiscalía local.

Unos 150 periodistas han sido asesinados en México desde 2000, según RSF. Cinco de esos casos se registraron en lo que va del año, siendo el más reciente el de Heber López, director de un sitio digital de noticias, el 10 de febrero.

Previamente cayeron baleados Lourdes Maldonado, el fotoperiodista Margarito Martínez, Roberto Toledo y José Luis Gamboa. Cabe señalar que México ha sido considerado como una de las naciones más peligrosas del mundo para ejercer la profesión.

Este viernes, el Gobierno mexicano anunció la captura de cinco personas presuntamente implicadas en el homicidio de Martínez, ocurrido el 17 de enero en la ciudad de Tijuana (fronteriza con Estados Unidos).

Los sospechosos fueron arrestados en posesión armas y drogas, dijo en conferencia de prensa el secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval.

Varios reporteros asesinados en los últimos años dirigían o colaboraban con sitios web –a veces páginas de Facebook–, donde difundían información que salpicaba a autoridades locales, en ocasiones coludidas con grupos criminales.

El pasado 22 de febrero, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, calificó de “preocupante” el alto número de reporteros asesinados en México y pidió al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador “mayor responsabilidad y protecciones” para los comunicadores.

Por su parte, el presidente López Obrador calificó de “injerencista” el comentario de Blinken.

“A mí me gustaría (...) pedirle de favor que se informe y que no actúen de manera injerencista porque México no es colonia de Estados Unidos, ni es un protectorado. México es un país libre, independiente y soberano”, dijo el presidente izquierdista en su habitual conferencia matinal.

“Creo que [Blinken] está mal informado porque de lo contrario estaría actuando de mala fe”, agregó el mandatario, quien sostuvo que su gobierno está atendiendo los crímenes contra comunicadores.

Consideró asimismo que sus comentarios podrían ser responsabilidad de “sus informantes”. “Le pido al señor Blinken que revise este asunto porque lo están engañando, lo están utilizando, no tengo la menor duda de eso. Solo que él lo esté haciendo ex profeso”, afirmó.

El mandatario instruyó al canciller Marcelo Ebrard a enviar a Blinken un reporte “informando de todos los casos” de reporteros asesinados y las acciones de su gobierno.

Por la tarde, el canciller divulgó en Twitter una misiva dirigida a Blinken en la que detalla las investigaciones en torno a estos crímenes, pero advierte que el Gobierno “tiene un compromiso de rendición de cuentas exclusivamente con los ciudadanos mexicanos y las instituciones de México”

*Con información de Europa Press y la AFP.