El juicio contra el opositor ruso Ilia Yashin, que se enfrenta a diez años de cárcel, empezó el miércoles. En los últimos años, sus compañeros de lucha se han visto obligados a exiliarse, fueron silenciados o incluso asesinados.
Asesinados
El antiguo viceprimer ministro, Boris Nemtsov se convirtió en el principal crítico del presidente ruso Vladímir Putin en los años 2000 después de que este llegara al poder. El político se opuso a la anexión militar por parte del gobierno de Moscú de la península de Crimea en 2014 y al apoyo militar del Kremlin a los separatistas en el este de Ucrania.
Nemtsov fue asesinado en febrero de 2015 cerca del Kremlin, sede del gobierno, tenía 55 años. Los seguidores del político de oposición acusaron al dirigente checheno Ramzan Kadirov de haber ordenado el asesinato, aunque él lo niega. Toda la investigación dio como resultado cinco chechenos fueron condenados por el homicidio.
Cuatro años antes, en octubre de 2006, fue asesinado otra opositora del presidente Putin y de Kadirov. Se trata de Anna Politkóvskaya, abatida en la entrada de su edificio en Moscú. La periodista de Novaya Gazeta, el principal medio independiente del país, documentó y denunció durante años los crímenes del ejército ruso en Chechenia.
Detenidos
Alexéi Navalni, un activista anticorrupción de 46 años, sufrió un envenenamiento en 2020 en Siberia, que atribuyó al Kremlin. Las autoridades rusas niegan cualquier responsabilidad. Fue hospitalizado en Alemania y detenido cuando regresó a Rusia en enero de 2021. Navalni cumple una condena de nueve años de cárcel desde marzo por acusaciones de fraude.
El opositor sigue denunciando al Kremlin y calificó el ataque en Ucrania de “tragedia” y “crimen contra la humanidad”. Otro opositor encarcelado, Vladimir Kara-Murza, de 41 años, asegura haber sobrevivido a dos envenenamientos debido a sus actividades políticas.
Fue detenido en abril y acusado de haber difundido “informaciones falsas” sobre el ejército ruso. También fue acusado de “alta traición”, un crimen castigado con 20 años de cárcel. Otro influyente crítico, Yevgueni Roizman, de 60 años y antiguo exalcalde de Ekaterimburgo, fue detenido en agosto. Las autoridades lo acusan de “desacreditar” al ejército, aunque fue liberado a la espera de su juicio. Se enfrenta a tres años de cárcel.
Exiliados
La mayoría de los opositores que permanecieron en Rusia están encarcelados por parte del régimen. Los otros huyeron del país. Uno de ellos es Mijaíl Jodorkovski, antiguo magnate del petróleo que pasó diez años entre rejas a inicios de los 2000. Desde su liberación en 2013, vive en Londres, donde financia plataformas de oposición contra el mandato de Putin
Muchos seguidores de Jodorkovski salieron de Rusia en el 2021, cuando se intensificó la represión de parte del gobierno de Putin. La ofensiva en Ucrania al año siguiente multiplicó también la salida de opositores del país desde el inicio de la guerra en febrero de este año.
“Agentes extranjeros”
De igual manera, en los últimos años, decenas de medios, oenegés, periodistas, activistas o artistas en el país fueron declarados “agentes extranjeros”. Dicho estatus debe aparecer sistemáticamente mencionado en toda publicación que se realice e implica una serie de pena de sanciones en todo el país que terminan significando una censura.
La oenegé Memorial, pilar de los derechos humanos y copremiada en octubre con el Nobel de la Paz, fue disuelta por las autoridades rusas por violar esta controvertida ley impuesta por el gobierno de Putin. La decisión provocó una avalancha de condenas internacionales, que alegan que el régimen del presidente Putin persigue a todo lo que no apoye su mandato.
Con información de AFP.