De acuerdo con la Policía Nacional de España, fue detenido el ‘Pablo Escobar español de la heroína’ junto con seis hombres y tres mujeres que formaban parte de su organización. Además, durante el operativo fueron retenidos 55 kilogramos de droga.
El hombre se encontraba en la ciudad de Toledo, a 70 kilómetros de Madrid. Según los investigadores, la droga que tenía en su poder la compraba en los Países Bajos y la distribuía por las provincias de Castilla, La Mancha, León y Extremadura.
Luego de la captura, las autoridades registraron ocho viviendas más en Madrid, Toledo y Cáceres, además de un concesionario de vehículos y un taller de mecánica.
Los agentes encontraron droga escondida en adoquines, tablones de madera y demás lugares.
La policía confiscó también algunas máquinas para empacar al vacío, 51.000 euros en efectivo, tres armas de fuego, joyas y seis carros de lujo.
El momento de su arresto fue registrado por una de las cámaras de seguridad de una gasolinera ubicada en la provincia de Toledo. En los videos se ve cómo el señalado narcotraficante llega conduciendo un vehículo negro, estaciona junto a uno de los surtidores y cuando se dispone a entrar en el local para pagar, aparecen varios agentes de la Policía Nacional que lo detienen y se lo llevan esposado. El traficante no pone resistencia en ningún momento.
Desde marzo de 2021 los agentes de la policía le estaban siguiendo la pista al capo de la heroína, pues este había establecido contacto con conocidos traficantes de esta droga en Madrid, la capital española.
Tras meses de investigación se pudo desenmarañar el entramado criminal de la organización, la cual tenía la mayor parte de su estructura situada en Toledo. Estos tenían distintas fincas y viviendas en varias localidades de la provincia, las cuales se usaban como caletas para esconder los cargamentos de la droga.
Además, como la mayoría de las fincas y viviendas estaban en un entorno rural, las vías secundarias les ayudaban a transportar la droga de manera clandestina.
Cabe mencionar que según un estudio de la Universidad CEU San Pablo (Madrid), señaló que “el número de consumidores problemáticos en España en la actualidad es pequeño en comparación con el de otras drogas como el cannabis o la cocaína”. Según los últimos datos disponibles, se situaría en el 0,23 % de la población. “En los noventa llegó a haber 150.000 heroinómanos, frente a los aproximadamente 70.000 hoy en día”, añade.
Además, desde los noventa se viene registrando una tendencia claramente descendente.
Por otra parte, en el estudio se ha analizado el consumo de fentanilo y oxicodona, confirmando que el 96 % de las personas que toman estos opioides lo hacen bajo prescripción médica, por lo que solo un cuatro recurre al mercado negro para obtenerla.
A su juicio, España, al contrario de lo que pasa en Estados Unidos, está “protegida de cualquier crisis inminente” de opioides gracias a la estructura del Sistema Nacional de Salud. No obstante, el trabajo admite que cabe la posibilidad de que se difundan los consumos de heroína u otros opioides, especialmente de fentanilo.