Sobre Tse Chi Lop se sabía casi todo, menos su paradero. Se trataba del hombre más buscado en Asia. Y su vida estaba llena de excentricidades. “Está protegido por una guardia de kickboxers tailandeses. Vuela en jet privado. Y, dice la policía, una vez perdió 66 millones de dólares en una sola noche en un casino de Macao”, relató un reportaje de Reuters recientemente.

Su fortuna era enorme y se le atribuía el flujo de millones de dólares del mercado ilegal de drogas del continente asiatico a Europa y Estados Unidos. Según una investigación de Reuters, “la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) calcula que los ingresos por metanfetamina del sindicato Sam Gor en 2018 en $8.000 millones de dólares al año, pero dice que podrían llegar a $17.700 millones de dólares. La agencia de la ONU estima que el cartel, que a menudo oculta sus drogas en paquetes de té, tiene una participación del 40 % al 70 % del mercado regional mayorista de metanfetamina que se ha expandido al menos cuatro veces en los últimos cinco años”.

Hace unos días, finalmente el capo cayó. Las autoridades australianas presionaban el domingo para obtener la extradición de un individuo detenido en Holanda, sospechoso de ser el barón de la droga en Asia y uno de los hombres más buscados del mundo. Tse Chi Lop, de 57 años, buscado desde hace años, fue detenido el viernes por la policía holandesa a solicitud de la policía federal australiana.

El domingo, en un comunicado, las autoridades australianas declararon que un hombre de “interés considerable” para la policía fue detenido. La policía australiana reveló que su nombre era Tse Chi Lop. Este ciudadano canadiense de origen chino es comparado al barón mexicano de la droga, Joaquín El Chapo Guzmán.

Un portavoz de la policía holandesa confirmó la detención en el aeropuerto de Schipol, cerca de Ámsterdam, de un hombre que “figura en la lista de las personas más buscadas de Europol” y que ahora está “encarcelado”.

La Oficina de Naciones Unidas contra las drogas y el crimen (UNODC) lo designó como el presunto jefe del inmenso cartel asiático conocido como “Sam Gor”, un importante productor y distribuidor a nivel mundial de metanfetaminas. Se acusa a “Sam Gor” de blanquear millones procedentes de la droga, a través de casinos, hoteles y sociedades inmobiliarias de la región del Mekong, en el sudeste asiático.

El grupo es sospechoso de importar “cantidades sustanciales de heroína y metanfetamina” a Australia, un mercado muy lucrativo para los traficantes de droga. La detención de Tse Chi Lop constituye un éxito para las autoridades australianas. El fiscal general de la isla-continente prevé presentar una demanda formal de extradición para que Tse Chi Lop sea juzgado por la justicia australiana.

Su perfil criminal lo han hecho comparar no solo con el Chapo Guzmán, sino también con Pablo Escobar. Según Reuters, “hay otra diferencia, más personal, entre Tse Chi Lop y Joaquín “El Chapo” Guzmán o Pablo Escobar. El jefe del cartel mexicano encarcelado y el traficante de cocaína colombiano fallecido han sido agasajados en canciones y en la pantalla por sus extravagantes estilos de vida y extrema violencia. Sin embargo, se ha revelado muy poco sobre la vida y la carrera de Tse. A diferencia de los capos de la droga latinos, Tse es relativamente discreto y aún libre”. Ese libertad se acaba de terminar.

*AFP