Alberto Fernández busca conservar la mayoría en el Senado y asegurar así la gobernabilidad para los próximos dos años de mandato.

“Hemos terminado una muy buena jornada electoral. Todo se desarrolló con total normalidad. Según los primeros datos de la Cámara Nacional Electoral estamos en un porcentaje de votación de entre 71 y 72%. Hubo más gente” que en las primarias de septiembre”, declaró el ministro del Interior, Wado de Pedro, poco después del cierre de las mesas de votación a las 6:00 p.m. hora local.

De Pedro confirmó que los primeros datos del escrutinio provisorio se darán a conocer a partir de las 9:00 p.m., sin que se puedan difundir encuestas a boca de urna.

Tras el revés sufrido por el gobierno en las primarias de septiembre, los ojos están puestos en la populosa periferia de Buenos Aires, con casi 40% del padrón electoral e histórico bastión del oficialismo peronista. La capital y otras grandes ciudades están en manos de la oposición.

Se renuevan 127 de las 257 bancas de la Cámara de Diputados, en la que el gobernante Frente de Todos detenta la primera minoría.

En el Senado, presidido por la influyente vicepresidenta Cristina Kirchner, se renuevan 24 de los 72 escaños. Allí el gobierno pone en juego su mayoría de 41 senadores, frente a las 25 bancas de la coalición opositora de centro-derecha Juntos del expresidente Mauricio Macri (2015-19).

El día después

En las primarias, consideradas una suerte de gran encuesta, el oficialista Frente de Todos (FDT) obtuvo 33% de los votos a nivel nacional, frente al 37% de la coalición Juntos. Luego, Fernández renovó parte de su gabinete y relanzó su gobierno, sin que los sondeos hayan mostrado grandes cambios de tendencia.

“Mañana es lunes y la Argentina continúa y hay que seguir trabajando por construir el país que hace falta”, dijo el presidente tras emitir su voto, acompañado por la primera dama Fabiola Yáñez, quien está embarazada.

Fernández buscará asegurar la gobernabilidad para los próximos dos años, mientras todos los candidatos ya se ponen en carrera hacia las presidenciales de 2023.

Macri, principal referente opositor, adelantó que “estos dos años que vienen van a ser difíciles”, y en tono de vencedor aseguró que su coalición “va a actuar con mucha responsabilidad, ayudando a que la transición sea lo más ordenada posible”.

“Miedo”

“Mañana va a ser ‘El’ día. Tengo miedo por la economía, el sueldo no alcanza. Gane quien gane va a tardar mucho el país en recuperarse. Estoy muy descreído de todos”, dijo a la AFP Oscar Navarro, un empleado pastelero de 50 años, sin revelar su voto.

“Claro que voté al presidente. Tengo mucho miedo de lo que puede pasar en la elección”, señaló a la AFP Marta Gramiño, una mujer de 45 años que se acercó a filmar al mandatario a través de la ventana de un bar del barrio Boedo, donde Fernández tomó un café con un candidato.

También atraída por el revuelo de cámaras, Liliana Márquez, de 62 años y empleada en un hospital, dijo tener expectativas de que se imponga la oposición. “Nunca he confiado en estos gobiernos peronistas. Voté al macrismo porque no encuentro alternativa”, sostuvo.

FMI e inflación

En las últimas semanas, el gobierno impulsó urgentes medidas económicas y un control de precios para paliar la inflación galopante, que acumuló 41,8% entre enero y octubre, una de las más altas del mundo.

Fernández endureció también su discurso respecto al Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que Argentina busca obtener un acuerdo de facilidades extendidas que reemplace el préstamo de 2018 por 44.000 millones de dólares.

“Estamos también teniendo que resolver la deuda que nos han dejado con el FMI, claro que lo tenemos que resolver. Pero no lo voy a resolver en cinco minutos porque el que resuelve ese problema en cinco minutos es porque le dio la razón al Fondo en todo lo que pide”, exclamó Fernández en el cierre de campaña.

De no lograr un nuevo convenio, Argentina -con una tasa de 40% de pobreza- debería pagarle al FMI en 2022 más de 19.000 millones de dólares y en 2023 otro tanto.

Las elecciones tienen lugar cuando la tercera economía latinoamericana está emergiendo de una recesión que empezó en 2018, y se profundizó con un derrumbe de 9,9% del PIB en 2020 por la pandemia del covid, en medio de una extensa cuarentena. El crecimiento de 9% previsto para este año, retrotraerá la situación a 2019, cuando Fernández asumió la Presidencia.

*Con información de AFP