David Cameron le dijo en la cara al Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia que Rusia asesinó a Alexei Navalni, pero Sergei Lavrov se negó a mirarlo a los ojos y en lugar de eso miró su teléfono.
El secretario de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña aprovechó una reunión en la cumbre del G20 en Río de Janeiro para confrontar al representante ruso sobre Navalni, el crítico más destacado de Vladimir Putin , quien fue anunciado muerto en la prisión del Ártico donde cumplía una sentencia de décadas de prisión el año pasado.
Las tensiones entre Occidente y Rusia se acentuaron tras la muerte en prisión del opositor Alexéi Navalni, anunciada el viernes 16 de febrero.
Las potencias occidentales responsabilizaron de ella a Putin y Estados Unidos anunció que adoptaría un “importante paquete de sanciones” contra Rusia. “Nadie debe dudar de la naturaleza opresiva del sistema ruso”, dijo el canciller británico, David Cameron, citado en un comunicado.
Por otro lado, el Reino Unido anunció sanciones contra más de 50 personalidades y empresas rusas, para marcar el segundo aniversario de la invasión de Ucrania, este nuevo paquete de sanciones apunta a fabricantes de municiones, misiles y explosivos, empresas de electrónica y comerciantes de diamantes y petróleo. Con ellas se busca “disminuir” el arsenal de armas del presidente ruso Vladimir Putin, indicó la diplomacia británica.
“Nuestras sanciones privan a Putin de los recursos que necesita desesperadamente para financiar su guerra”, declaró el ministro británico de Exteriores, David Cameron, citado en un comunicado. “Seguiremos apoyando a Ucrania en su lucha por la democracia el tiempo que sea necesario”, añadió.
Según el ministro de Exteriores británico, David Cameron, “está claro que las autoridades rusas veían a Navalni como una amenaza e intentaron silenciarle en reiteradas ocasiones”, como habría quedado de manifiesto en su envenenamiento de 2020 y en una persecución judicial derivada de “actividades políticas pacíficas”.
Entrega “inmediata” del cadáver
El último capítulo de la represión contra Navalni llegó con su traslado a una colonia penitenciaria del Ártico. “Nadie debería tener duda de la naturaleza represiva del sistema ruso”, dijo Cameron en un comunicado en el que ha justificado la necesidad de actuar en este caso.
El Gobierno británico también aprovechó para reclamar a las autoridades rusas que entreguen “inmediatamente” el cuerpo de Navalni a su familia. Según la versión oficial de Moscú, el opositor falleció tras perder el conocimiento durante un paseo, pero el entorno de Navalni ha denunciado un “asesinato”.
Cameron había adelantado que aprovecharía la reunión de ministros del G20 en Brasil para trasladar “directamente” a su homólogo ruso, Sergei Lavrov, todas estas quejas.
Con información de Europa Press y AFP*