El Reino Unido anunció hace menos de una semana que enviaría a Ucrania misiles de largo alcance con el propósito de apoyar la defensa de ese país que enfrenta desde febrero de 2022 una invasión a su territorio por tropas de Rusia.
Fue el ministro británico de Defensa, Ben Wallace, quien dio a conocer la noticia que generó el rechazo del Gobierno del presidente Vladimir Putin.
“El Reino Unido va a entregar misiles Storm Shadow a Ucrania”, dijo en su momento el funcionario ante el Parlamento, tras señalar que “la donación de estos sistemas de armas ofrece a Ucrania la mejor oportunidad de defenderse de la continua agresión de Rusia, especialmente de los ataques deliberados contra la infraestructura civil ucraniana, que son contrarios al derecho internacional”.
Con su largo alcance, estos misiles tienen la capacidad de alcanzar zonas del este de Ucrania controladas por las fuerzas rusas.
“Ucrania tiene derecho a poder defenderse, el uso de Storm Shadow permitirá a Ucrania hacer retroceder a las fuerzas rusas asentadas en territorio soberano ucraniano”, puntualizó Wallace ante los diputados.
Se trata de un poderoso misil desarrollado conjuntamente por el Reino Unido y Francia y el cual se lanza desde el aire.
Estos misiles de crucero tienen un alcance de más de 250 km, superior a cualquier otro armamento suministrado a Kiev hasta ahora por los países occidentales.
Se conoció que la única condición para la entrega de algunos de los 900 misiles de los que dispone la Royal Air Force es que no se utilicen para atacar territorio ruso, esto para evitar la posible escalada bélica por parte del Kremlin. Sin embargo, tras el anuncio, el Gobierno Putin acusó al Reino Unido de participar activamente en el conflicto.
Incluso, en la víspera Rusia informó que en las últimas 24 horas, “los sistemas de defensa antiaérea interceptaron siete misiles antirradar HARM, un misil de crucero de largo alcance Storm Shadow y 10 (proyectiles) de lanzacohetes múltiples HIMARS”.
¿Cómo son estos poderosos misiles?
Se trata de un misil de crucero desarrollado a partir de 1994 por el fabricante francés Matra y British Aerospace. Cuenta con una ojiva en tándem de 450 kg, propulsado por un turborreactor que alcanza una velocidad de Mach 0,8 (casi 1.000 km/h).
Teniendo en cuenta que se lanza desde el aire, ha sido adaptado para poder hacerlo desde diversos aviones, como los Tornado IDS, Dassault Rafale o el Eurofighter.
De acuerdo con los expertos, la ojiva BROACH cuenta con una carga inicial para penetrar el suelo o perforar el exterior de un búnker reforzado y puede destruir puestos de mando, control y comunicaciones, aeródromos, infraestructuras críticas, buques de superficie o puentes.
Igualmente, posee una espoleta de retardo variable para controlar la detonación de la ojiva principal. Pesa aproximadamente 1.300 kilos, tiene un diámetro máximo de 48 cm, 2,84 metros de envergadura y una longitud de 5,10 metros
Una vez es lanzado se pierde completamente el control y va directo al objetivo previamente determinado. Se trata de un misil de “disparar y olvidar”, no se puede ordenar su autodestrucción ni se puede modificar el objetivo guiado por GPS y cartografía del terreno.
Explicaron, además que una vez que está cerca del objetivo, el misil realiza una trayectoria ascendente para luego caer en picada. El cono de la ojiva se eyecta para permitir que una cámara termográfica de alta resolución observe la zona del objetivo.
Desde su construcción se han hecho varias actualizaciones y mejoras como la capacidad de transmitir información sobre el objetivo justo antes del impacto. En una versión más moderna, el misil puede ser disparado desde buques de guerra.
Fue disparado por primera vez durante la invasión a Irak, en 2003, luego de ser instalados a bordo de los cazas Tornado de la RAF. Italia, Francia y Reino Unido también los utilizaron como parte de la ofensiva de la Otan durante la guerra civil en Libia, para atacar una base aérea y un búnker vital para las tropas de Gadafi.
Según dijo a The Washington Post el asesor principal del Programa de Seguridad Internacional del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, Mark Cancian, estos misiles permitirán a las fuerzas de Kiev adoptar tácticas ya en uso por Rusia, que lanza “misiles de crucero (desde aviones) dentro de su propio territorio para estar más allá de las defensas aéreas ucranianas”.
*Con información de la AFP.