China es conocida mundialmente por sus particulares festivales, que incluyen todo tipo de tradiciones y rituales; sin embargo, el festival de Yulin, en el que durante 10 días se sacrifican a más de 5.000 perros para comer su carne, causa indignación en varios lugares del mundo cada, pues es considerado un evento de maltrato animal.
Uno de los hechos que llama la atención es que el evento no es antiguo, de hecho, la primera versión del festival se hizo en junio de 2009 (bajo el solsticio de verano de ese año), por lo que muchas organizaciones han criticado que en pleno siglo XXI existen este tipo de festividades que atentan contra los animales.
En distintos medios de todo el mundo, como el Mirror, del Reino Unido, se han publicado imágenes de personas vendiendo a los perros y cachorros, incluso antes de que empiece el festival, en el que cada año mueren más de 5.000 perros.
Esto ha generado que incluso activistas de la región se manifiesten en contra de los organizadores del evento y paren camiones para liberar a los perros antes de que sean sacrificados para el consumo. El portavoz de la organización NoToDogMeat en Hebei, Mr Zhao, declaró a medios internacionales que estos camiones que transportan a los animales no cuentan con documentación ni permisos para hacer estos viajes, por lo que su ONG procede a realizar procedimientos legales para rescatar a los canes.
“Con nuevos casos de covid-19 vinculados a un mercado de Beijing, permitir reuniones masivas para comerciar y consumir carne de perro en mercados y restaurantes abarrotados en nombre de un festival representa un riesgo significativo para la salud pública”, comentó el doctor Peter Li, a Humane Society International (HSI).
Y es que este es otro de los temas que preocupa a la comunidad internacional, puesto que la pandemia de la covid-19, que ya lleva más de 1 año, inició por la comercialización de especies silvestres en un mercado de Wuhan, en China.
De forma que no sería extraño que, por las condiciones en las que viven los animales, y su posterior consumo, puedan generarse brotes de algún virus o bacteria que puedan afectar la salud de los seres humanos, como ya ha ocurrido en el pasado.
Aunque en los últimos años la cantidad de perros sacrificados ha venido bajando, pues en su primera edición se mataron y comieron a cerca de 10.000 canes, la cifra actual sigue siendo muy alta, en opinión de diferentes organizaciones, que además critican que a estos animales se les hace desfilar dentro de jaulas de hierro o de madera, antes de su muerte.
Los habitantes de la región han afirmado reiteradamente que comer carne de perro es igual a comer carne de vaca, cerdo o cualquier otro animal, de modo que defienden su festividad; sin embargo, además de la crítica de que sean perros, los defensores de animales han denunciado maltrato animal en medio de las celebraciones.
En 2015, Zhen Xiaohe, diputado del Congreso Nacional del Pueblo de China, presentó una propuesta para prohibir el comercio de carne de perro en China, una ley que fue votada a favor por millones de personas en el país y que reglamentó una práctica que es desaprobada por muchísimas personas en el país, pero que, a pesar de esto, sigue realizándose en plena capital del gigante asiático.
Incluso, las propias autoridades de Yulin se han desligado del festival y han afirmado que este es un evento al que asiste una pequeña minoría de personas del lugar, y que lo único que hacen es observar el desarrollo, más no participan de él en ningún momento.