El presidente de Rusia Vladímir Putin tiene en su poder uno de los arsenales nucleares más letales del planeta, el cual se encuentra listo para ser lanzado en caso de que las hostilidades internacionales lleguen a un nivel de guerra mundial.
El mandatario ruso tiene los ojos del mundo puestos en sus decisiones, pero la invasión de su ejército a Ucrania lo puso en el centro de las críticas y el análisis. Sin embargo, existe un detalle en el protocolo presidencial ruso que muchos ignoran.
El exmiembro de la KGB suele estar rodead de múltiples agentes de seguridad quienes buscan protegerlo de cualquier intento de vulnerar su integridad, pero siempre habrá un escolta cargando un maletín, lo que hay en su interior podría desatar una guerra de niveles apocalípticos.
El maletín llamado Cheget contiene un sistema informático que se puede utilizar desde cualquier parte el mundo y con el que Putin podría enviar la orden inmediata para que las fuerzas militares ejecuten el lanzamiento de los misiles intercontinentales, esto sin duda desataría la tercera guerra mundial.
De este maletín se sabe que fue desarrollado en la última etapa de la Guerra Fría y Putin lo recibió cuando llegó al poder en 1999. Es tanto el hermetismo que existe al rededor del dispositivo, que fue hasta el año 2019 que por primera y última vez se mostró a la opinión pública su contenido esto con el objetivo de mostrar al mundo el poderío ruso.
En su interior se pueden ver 11 botones blancos, tres de color gris y uno rojo. Según el protocolo, para poder activar el poderío nuclear, Putin necesitaría una activación desde otros dos maletines en poder del ministro de Defensa y del Jefe del Estado Mayor.
De esta manera el mandatario ruso podría activar los códigos encriptaos de su maletín. Según datos de seguridad internacional, Rusa podría tener cerca de 6.000 ojivas nucleares en su poder.
Rusia y China aseguran que países de occidente los “amenazan”
Rusia y China acusaron el jueves 2 de marzo durante una reunión del G20 a los países occidentales de recurrir a “amenazas” y “chantajes” para imponer sus puntos de vista, en medio de profundas divisiones en el bloque de las grandes economías del mundo por la guerra en Ucrania.
India quería que su presidencia del G20 se centrara en temas como el alivio de la pobreza y las finanzas climáticas, pero la guerra en Ucrania se sobrepuso a los otros temas, como quedó evidenciada en la cita de ministros de Relaciones Exteriores en Nueva Delhi.
Tras una reunión paralela al G20 entre los ministros de Rusia, Serguéi Lavrov, y China, Qin Gang, Moscú emitió una dura declaración contra Occidente.
Los dos ministros “rechazaron unánimemente los intentos de injerencia en los asuntos internos de otros países, de imponer enfoques unilaterales mediante el chantaje y las amenazas”, informó la diplomacia rusa en el comunicado.
En el encuentro de Nueva Delhi coinciden en el mismo salón Lavrov y el secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, por primera vez desde julio, pero no es probable que conversen.
Estados Unidos asegura que China esté considerando aprovisionar en armas a su aliada Rusia, y delegados occidentales esperaban utilizar la cita de ministros para disuadir a Pekín de intervenir en el conflicto.
En medio de las discrepancias, Lavrov aseguró que la reunión del G20 no emitiría una declaración final y culpó a Occidente del fracaso.
“La declaración fue bloqueada y el resultado de la discusión será descrito en un resumen del que hablará la presidencia india”, declaró Lavrov a periodistas tras la cita.
La presidencia india del G20 confirmó que no habría declaración conjunta a raíz de las divisiones por el conflicto en Ucrania.
El ministro de Relaciones Exteriores de España, José Manuel Albares, había anticipado que no habría declaración final tras las críticas de Lavrov a Occidente.
Blinken afirmó que no tiene planes de reunirse con los ministros de Rusia o China en la cita del G20. “Si Rusia estuviera realmente preparado para entablar la diplomacia necesaria para poner fin a la agresión, por supuesto que seríamos los primeros en trabajar para ello, pero no hay evidencia de eso”, aseguró el funcionario estadounidense.
*Con información de AFP.