En 45 días los estadounidenses irán a las urnas en una inédita elección entre demócratas y republicanos que pronostica ser la más reñida de los últimos años. Entre Donald Trump y Kamala Harris estará el próximo inquilino de la Casa Blanca, pero entre tanto, la campaña se mueve en medio de un ambiente político tenso, con estrechas diferencias y en la que la situación puede cambiar en cualquier instante y dar un vuelvo para el país norteamericano.
Con solo siete semanas de distancia para la elección, las encuestas registran un escenario en el que la vicepresidenta está por delante de los sondeos y confirma su ventaja en casi la totalidad de ellos. Diferencia que aumentó luego del debate entre ambos candidatos, en el que la mayoría de expertos y encuestas coinciden en que Kamala Harris fue quien ganó el cara a cara contra el expresidente en un candente enfrentamiento.
Este fue el caso del sondeo de Morning Consult, que reveló que el 61 por ciento de los encuestados, entre los cuales había un 20 por ciento de republicanos, le dio el triunfo a Harris en el debate de la semana pasada contra Trump. Como dato curioso, la diferencia de 28 puntos entre los candidatos es la misma que hubo entre el expresidente republicano con Joe Biden en junio y que significó la salida del presidente de la carrera electoral.
El más reciente debate pudo haber sido el punto de quiebre para la campaña de Donald Trump, que no tuvo un desempeño a la altura de lo esperado para una figura que siempre se destaca por lo mediático y polémico que resulta en sus intervenciones en público.
Pero aunque no le fue como esperaba, Trump no está hundido, como muchos creen. Harris ha aumentado su ventaja, pero nada que no pueda ser revertido por el expresidente, a pesar del duro contexto.
Desde el 12 de septiembre, Donald Trump solo aparece arriba de Harris en una encuesta, la de Atlas Intel, que puso al expresidente con 51 puntos contra 48 de la vicepresidenta. Desde entonces, 18 encuestas han ubicado por encima a la demócrata, con ventajas que varían entre uno y siete puntos por encima. Según el análisis de Silver Bulletin, que hace un promedio de todas las encuestas creíbles, Trump se queda atrás con 46,2 por ciento, mientras que Harris lidera con 48,9 por ciento.
Pero la cosa se complica para la vicepresidenta, no tanto por el voto popular, algo que pareciese que va a ganar sin mayor esfuerzo, sino por lograr conseguir los 270 votos de los colegios electorales. Un análisis de The New York Times advierte que, con las encuestas actuales, Kamala Harris ganaría las elecciones con 296 votos electorales, al conseguir los estados de Michigan, Pensilvania, Wisconsin, Nevada y Carolina del Norte, territorios bisagra y que dictarán el futuro del país en los próximos comicios.
Aun así, las ventajas de Harris son extremadamente cortas, por lo cual un pequeño cambio de tuerca podría voltear todo el tablero a favor de Trump. En Pensilvania, Wisconsin, Nevada y Carolina del Norte, el expresidente solo está a menos de dos puntos porcentuales. Si lograra cambiar dichos resultados, el republicano llegaría a 297 votos electorales y se consagraría como ganador de las elecciones de noviembre.
Por ahora, Kamala Harris sigue liderando las encuestas en los Estados Unidos. Sin embargo, Donald Trump se mantiene cerca de la actual vicepresidenta y, en cualquier momento, podría dar un salto. Cualquier cosa puede ocurrir de aquí a noviembre, cuando se decidirá finalmente el futuro del país más importante del planeta.